Los capataces les decían: —¡Daos prisa! Cada día tenéis que entregar la misma cantidad de ladrillos que hacíais cuando se os daba paja.
Éxodo 5:14 - Biblia Lenguaje Básico Pero como no podían hacerlo, los capataces del faraón golpeaban a los encargados israelitas que habían puesto para vigilar el trabajo. Les decían: —Ya lleváis dos días sin que hayáis entregado la misma cantidad de ladrillos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes? Biblia Nueva Traducción Viviente Después azotaban a los jefes de cuadrilla israelitas que los capataces egipcios habían puesto a cargo de los trabajadores. «¿Por qué no cumplieron con sus cuotas ni ayer ni hoy?», les preguntaban. Biblia Católica (Latinoamericana) Los secretarios israelitas que se habían colocado al frente del pueblo fueron castigados, pues se les dijo: '¿Por qué ni ayer ni hoy han respetado las normas sobre la cantidad de ladrillos? Debía ser la misma de antes. La Biblia Textual 3a Edicion También los caporales de los hijos de Israel, que los supervisores de Faraón habían puesto sobre ellos, eran azotados, diciéndoseles: ¿Por qué no habéis cumplido ni ayer ni hoy vuestra cuota de adobe como antes? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y apalearon a los inspectores israelitas nombrados por los capataces del Faraón, diciéndoles: '¿Por qué no habéis completado hoy vuestro cupo de adobes como ayer y anteayer?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y azotaban a los oficiales de los hijos de Israel, que los capataces de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes? |
Los capataces les decían: —¡Daos prisa! Cada día tenéis que entregar la misma cantidad de ladrillos que hacíais cuando se os daba paja.
Entonces los encargados israelitas fueron a quejarse ante el faraón. Le dijeron: —¿Por qué tratas así a tus siervos?
Ese mismo día el faraón ordenó a los capataces y a los encargados de vigilar el trabajo:
Por eso, el Dios todopoderoso dice: «Pueblo mío, que vives en el monte Sion, no les tengas miedo a los asirios. Ellos te golpean y maltratan como antes lo hicieron los egipcios.