Jacob entonces ordenó a sus familiares y a todos los que vivían con él: —Deshaceos de todos esos ídolos extraños en los que habéis creído. Después bañaos y cambiaos de ropa,
Éxodo 19:14 - Biblia Lenguaje Básico Moisés bajó del monte y preparó a los israelitas para que adoraran a Dios, encargándoles que lavaran sus ropas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que Moisés descendió a donde estaba el pueblo. Consagró a la gente para la adoración, y ellos lavaron sus ropas. Les dijo: Biblia Católica (Latinoamericana) Moisés bajó del monte y lo consagró; lavaron sus ropas, La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Moisés bajó desde el monte hacia el pueblo, y santificó al pueblo, y ellos lavaron sus vestidos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Después bajó Moisés del monte hasta donde estaba el pueblo, lo purificó y ellos lavaron sus vestidos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y descendió Moisés de la montaña al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestiduras. |
Jacob entonces ordenó a sus familiares y a todos los que vivían con él: —Deshaceos de todos esos ídolos extraños en los que habéis creído. Después bañaos y cambiaos de ropa,
y les recordó: —La primera vez que intentamos transportar el Arca de Dios, no le consultamos cómo había que hacerlo y vosotros no estuvisteis presentes; por eso Dios nos castigó, matando a algunos de nosotros. Vosotros, que sois los jefes de las familias de la tribu de Leví, purificaos junto con vuestros familiares para que así podáis trasladar sin culpa el Arca del Dios de Israel al lugar que le he preparado.
Y Dios añadió: —Quiero que vayas y prepares al pueblo para que me rinda culto hoy y mañana. Ordénales que laven su ropa como señal de su pureza,
Pero nadie tocará a quien lo haga, sino que deberá morir a pedradas o a flechazos; sea persona o animal morirá sin remedio. Solo podrán subir después de que oigan el toque de trompeta.
Luego Moisés les dijo: —Debéis estar listos para adorar a Dios pasado mañana. Por eso, no debéis tener relaciones sexuales.
—Solo tengo el pan que usamos en el santuario —le contestó el sacerdote—. Te lo puedo dar, siempre y cuando ni tú ni tus hombres hayáis tenido relaciones sexuales.