¿Quién puede desafiar a Dios y esperar salir victorioso? Su sabiduría es muy profunda, y su poder es muy grande.
Éxodo 11:10 - Biblia Lenguaje Básico Moisés y Aarón hicieron en presencia del faraón todas las señales terribles y asombrosas que Dios les había ordenado hacer, pero el faraón se mantuvo terco y no dejó que los israelitas se marcharan de Egipto. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante de Faraón; pues Jehová había endurecido el corazón de Faraón, y no envió a los hijos de Israel fuera de su país. Biblia Nueva Traducción Viviente Moisés y Aarón realizaron esos milagros en presencia del faraón, pero el Señor endureció el corazón del faraón, y no dejó salir de su territorio a los israelitas. Biblia Católica (Latinoamericana) Pues, mientras Moisés y Aarón obraban todos estos prodigios delante de Faraón, Yavé lo mantenía en su negativa, y seguía negándose a que Israel saliera de su país. La Biblia Textual 3a Edicion Y Moisés y Aarón hicieron todos aquellos prodigios ante Faraón. Pero YHVH había endurecido el corazón de Faraón y no dejaba salir de su país a los hijos de Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos esos prodigios obraron Moisés y Aarón ante el Faraón. Pero Yahveh endureció el corazón del Faraón, y éste no dejó salir de su país a los israelitas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Moisés y Aarón hicieron todas estas maravillas delante de Faraón: y Jehová endureció el corazón de Faraón, y este, no dejó salir a los hijos de Israel de su tierra. |
¿Quién puede desafiar a Dios y esperar salir victorioso? Su sabiduría es muy profunda, y su poder es muy grande.
Pero Dios hizo que el faraón se mantuviera terco y no dejara salir a los israelitas.
Pero una vez más, Dios hizo que el faraón se mantuviera terco y no dejara salir a los israelitas.
Sé muy bien que el rey no va a dejarlos ir, pero yo lo obligaré a hacerlo.
Dios le había dicho: —Cuando llegues a Egipto, haz delante del rey todas las maravillas que te he ordenado hacer con la vara. Yo haré que el rey se ponga terco y no deje salir al pueblo.
Él no os hará caso, ni os dejará salir, porque yo haré que se ponga terco. Pero serán tantas las señales maravillosas que haré en Egipto, que no tendrá más remedio que dejaros marchar. Descargaré sobre los egipcios todo mi poder, los castigaré y sacaré a mi pueblo Israel de Egipto como un ejército en orden de batalla. Así sabrán los egipcios que yo soy el Dios de Israel.
Sin embargo, Dios hizo que el faraón se mantuviera terco y no quisiera saber nada de Moisés ni de Aarón, tal como Dios se lo había dicho a Moisés.
No permitas que nos alejemos de ti ni que seamos rebeldes y no te respetemos. ¡Por amor a nosotros, tus fieles servidores, y a las tribus que te pertenecen, vuelve a mostrarnos tu bondad!
Dios los ha hecho tercos, y ha dejado sus ojos sin luz. Así resulta que sus ojos no ven y su mente no entiende. Tampoco se convierten a mí para que yo los cure.
Así que todo depende de lo que Dios decida hacer: él se compadece de quien quiere, y a quien quiere lo vuelve terco.
Algo parecido hace Dios. Cuando castiga, lo hace para que todo el mundo conozca su poder. Pero también sabe tener paciencia con los que merecen ser castigados y destruidos.
Pero el rey Sijón no nos dejó pasar por su territorio, pues nuestro Dios hizo que se negara para que vosotros conquistarais su territorio y lo convirtierais en súbdito vuestro como lo es hasta el día de hoy.
Dios mismo hizo que los enemigos se pusieran tercos y ofrecieran resistencia a Israel. Lo hizo para que los israelitas los destruyeran por completo, sin compasión, tal como Dios se lo había ordenado a Moisés.
No os portéis como el faraón y su gente. Ellos se pusieron muy tercos, y solo cuando Dios los castigó duramente dejaron que los israelitas salieran de Egipto.