y bendijo a Abrán, diciéndole: ¡Que te bendiga el Dios altísimo, el que hizo el cielo y la tierra!
2 Samuel 2:5 - Biblia Lenguaje Básico al enterarse, David envió a los de Jabés este mensaje: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces envió David mensajeros a los de Jabes de Galaad, diciéndoles: Benditos seáis vosotros de Jehová, que habéis hecho esta misericordia con vuestro señor, con Saúl, dándole sepultura. Biblia Nueva Traducción Viviente les envió el siguiente mensaje: «Que el Señor los bendiga por haber sido tan leales a su señor Saúl y por haberle dado un entierro digno. Biblia Católica (Latinoamericana) David mandó entonces a sus hombres donde la gente de Yabés de Galaad con este mensaje: 'Que Yavé los bendiga por haber enterrado a Saúl, su señor, pues se lo debían. La Biblia Textual 3a Edicion Y David envió mensajeros a los hombres de Jabes Galaad, y les dijo: Benditos seáis vosotros de YHVH, que hicisteis esta misericordia con vuestro señor, con Saúl, al sepultarlo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y David envió mensajeros a los de Yabés de Galaad para que les dijeran: 'Benditos seáis de Yahveh, por haber cumplido esta obra de misericordia con vuestro señor Saúl, dándole sepultura. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y envió David mensajeros a los de Jabes de Galaad, diciéndoles: Benditos seáis vosotros de Jehová, que habéis hecho esta misericordia con vuestro señor Saúl en haberle dado sepultura. |
y bendijo a Abrán, diciéndole: ¡Que te bendiga el Dios altísimo, el que hizo el cielo y la tierra!
Abrán le contestó: —Yo he jurado por el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra,
Los espías le contestaron: —¡Que Dios nos quite la vida si os pasa algo a vosotros! Pero no le digas a nadie que estuvimos aquí. Cuando Dios nos dé este territorio, prometemos trataros bien a ti y a toda tu familia.
Seguían averiguando en todas las tribus israelitas para ver si algún grupo no había asistido a la reunión en Mispá. Recordaron que de la ciudad de Jabés de Galaad no había asistido nadie,
Todavía no habían caminado mucho cuando Noemí les dijo: —Es mejor que regreséis a vivir con vuestras familias. Que Dios os trate bien, como vosotras me habéis tratado a mí y a mis hijos.
Entonces Noemí exclamó: —¡Demos gracias a Dios que está siendo bueno con nosotras y con nuestros familiares muertos! Porque ese hombre es familiar de mi marido y, de acuerdo con nuestras leyes, tiene el deber de protegernos.
—¡Que Dios te bendiga! —dijo Boaz—. Veo que eres muy fiel con tu suegra y con tu familia, y que no piensas solo en ti. Me pides que sea yo tu marido, aunque bien podrías casarte con un hombre más joven que yo.
Najás, que era un jefe de los amonitas, decidió atacar la ciudad israelita de Jabés de Galaad. La rodeó con su ejército, pero los habitantes de la ciudad le mandaron a decir: —No queremos guerra. Preferimos hacer un pacto contigo, aunque tengamos que ser tus esclavos.
Entonces mandaron este mensaje a los de Jabés de Galaad: —Mañana al mediodía llegaremos para libraros de los amonitas. La gente de Jabés se puso muy contenta al recibir este mensaje;
Samuel se fue a buscarlo y, cuando lo encontró, Saúl le dijo: —¡Que Dios te bendiga! Ya he cumplido las órdenes de Dios.
Ahora me doy cuenta de que solo buscas mi bien, pues Dios hoy te ha dado la oportunidad de matarme y no lo has hecho.