¿Por qué te has burlado de mí, que soy tu Dios? ¿Por qué has hecho lo que me desagrada? En realidad no fueron los amonitas quienes mataron a Urías; lo mataste tú, ¡y lo hiciste para quedarte con su mujer!
2 Samuel 16:7 - Biblia Lenguaje Básico Simí insultaba a David diciéndole: —¡Vete de aquí, asesino malvado! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y decía Simei, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso! Biblia Nueva Traducción Viviente —¡Vete de aquí, asesino y sinvergüenza! —le gritó a David—. Biblia Católica (Latinoamericana) Simeí lo maldecía: '¡Andate, ándate! No eres más que un sanguinario y un criminal!' La Biblia Textual 3a Edicion Y en tanto lo maldecía, Simei decía así: ¡Fuera! ¡Fuera, oh hombre sanguinario y hombre de Belial! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Decía Semeí en sus maldiciones: '¡Vete, vete, hombre sanguinario y perverso! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y decía Simeí, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario, hombre de Belial! |
¿Por qué te has burlado de mí, que soy tu Dios? ¿Por qué has hecho lo que me desagrada? En realidad no fueron los amonitas quienes mataron a Urías; lo mataste tú, ¡y lo hiciste para quedarte con su mujer!
Reconozco que he pecado y por eso he querido ser el primero de la casa de José en salir a recibirte.
Allí en Guilgal estaba Sebá, hijo de Bicrí, que era de la tribu de Benjamín. Como Sebá era un malvado, tocó la trompeta y dijo: —¡Israelitas, regresemos a nuestras casas! ¡No tenemos nada que ver con David, ni ganamos nada con seguirlo!
Y aquel día todo Israel comprendió que el rey no había sido culpable de la muerte de Abner.
Haced también que dos testigos falsos declaren contra Nabot diciendo que ha maldecido a Dios y al rey. Luego sacadlo fuera y matadlo a pedradas.
luego hicieron venir a los dos testigos falsos que acusaron a Nabot de haber maldecido a Dios y al rey. A continuación sacaron a Nabot de la ciudad y lo mataron a pedradas.
Dame tu ayuda y tu apoyo; enséñame a ser obediente, y así volveré a ser feliz.
¡Atiéndeme! ¡Respóndeme! Estoy angustiado, y no encuentro paz. Me asusta oír los gritos de los malvados enemigos que me oprimen. Me llenan de desgracias y me persiguen con ira.
Si en alguna de las ciudades que Dios os va a dar para que habitéis en ellas,
Los hijos de Elí eran unos malvados y no respetaban ni obedecían a Dios. Hacían cosas terribles con las ofrendas que la gente llevaba al santuario. Por ejemplo, la Ley de Dios decía que, al presentar las ofrendas, primero se debía quemar la grasa del animal y luego darle al sacerdote una porción de la carne. Sin embargo, cuando la gente apenas comenzaba a quemar la grasa, venía un sirviente de los hijos de Elí y le decía al que presentaba la ofrenda: —Dame la carne que le toca al sacerdote, para que yo se la prepare. Debo llevarla cruda porque el sacerdote no la quiere ya cocida. A veces alguien contestaba: —Déjame quemar primero la grasa, y luego te llevarás lo que gustes. Pero el sirviente le respondía: —Si no me la das ahora, me la llevaré por la fuerza. Muchas veces el sirviente llegaba con un tenedor, lo metía en la olla donde se estaba cocinando la carne, y todo lo que sacaba era para los hijos de Elí.
Nuestro amo Nabal es tan malo que nadie se atreve a decirle nada. Así que mira a ver lo que puedes hacer porque David está decidido a causar la ruina de nuestro amo y de toda su familia.