Supongamos que en la ciudad se encuentran cincuenta personas buenas. ¿No perdonarías, por esas cincuenta personas, a todos los que allí viven?
1 Samuel 23:10 - Biblia Lenguaje Básico Abiatar lo trajo y David consultó a Dios: —Dios de Israel, sé que Saúl va a venir a Queilá, y que por mi culpa va a matar a toda la gente. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces David oró: —Oh Señor, Dios de Israel, he oído que Saúl piensa venir a Keila y destruirla porque yo estoy aquí. Biblia Católica (Latinoamericana) David hizo esta consulta: 'Yavé, Dios de Israel, tu servidor ha sabido que Saúl trata de apoderarse de Queila y destruir la ciudad por mi culpa. ¿Bajará realmente Saúl tal como tu servidor lo oyó decir?' La Biblia Textual 3a Edicion Y dijo David: ¡YHVH, Dios de Israel!, tu siervo tiene conocimiento cierto de que Saúl procura venir a Keila, para destruir la ciudad por mi causa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y dijo David: '¡Oh Yahveh, Dios de Israel! Tu siervo ha oído que Saúl intenta venir a Queilá, para arrasar la ciudad por causa mía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo David: Oh Jehová, Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. |
Supongamos que en la ciudad se encuentran cincuenta personas buenas. ¿No perdonarías, por esas cincuenta personas, a todos los que allí viven?
Y al saber que Mardoqueo era judío, decidió castigarlo a él y destruir a todos los judíos que vivían en el reino de Asuero.
El gobernante malvado que maltrata a un pueblo pobre es como un león rugiente o un oso que está hambriento.
Además, Saúl dio muerte en Nob, ciudad donde vivían los sacerdotes, a todos sus habitantes: hombres, mujeres, jóvenes y niños recién nacidos, y también a todo el ganado.
Dime si es verdad que vendrá Saúl a la ciudad y que sus habitantes me entregarán a él. —Es verdad —contestó Dios.
Cuando David se enteró que otra vez Saúl quería matarlo, llamó a Abiatar y le dijo: —Trae el pectoral.