Deberá presentarse ante el sacerdote Eleazar, quien me consultará por medio de las suertes lo que Josué debe hacer. Y tanto él como toda la comunidad harán lo que yo decida.
1 Samuel 22:10 - Biblia Lenguaje Básico Allí Ajimélec consultó a Dios por encargo de David, le dio de comer y también le entregó la espada de Goliat el filisteo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 el cual consultó por él a Jehová y le dio provisiones, y también le dio la espada de Goliat el filisteo. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahimelec consultó al Señor por él. Luego le dio alimento y la espada de Goliat el filisteo. Biblia Católica (Latinoamericana) Este consultó por él a Yavé, le dio provisiones y le pasó la espada de Goliat, el filisteo'. La Biblia Textual 3a Edicion quien consultó por él a YHVH, y le dio provisión, y también le dio la espada de Goliat el filisteo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 quien consultó a Yahveh por él, le dio provisiones y además le entregó la espada de Goliat, el filisteo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) el cual consultó por él a Jehová, y le dio provisión, y también le dio la espada de Goliat el filisteo. |
Deberá presentarse ante el sacerdote Eleazar, quien me consultará por medio de las suertes lo que Josué debe hacer. Y tanto él como toda la comunidad harán lo que yo decida.
Entonces consultaron a Dios si Saúl estaba allí, y Dios respondió que estaba escondido entre el equipaje.
Entonces el rey mandó llamar al sacerdote Ajimélec, el hijo de Ajitub, y a todos sus familiares, que también eran sacerdotes en Nob.
—¿Por qué tanto tú como David me habéis traicionado? —preguntó Saúl—. ¿Por qué le diste a David comida y una espada? Además consultaste a Dios por encargo de David que lo único que pretende es acabar conmigo y no para de intentarlo.
¡Esta no es la primera vez que consulto a Dios en cuanto a lo que David debe hacer! Además, yo no sabía nada de los problemas que David tiene con el rey. Ni yo ni ninguno de mi familia hemos traicionado al rey.
David volvió a consultar a Dios: —Entonces, ¿es seguro que los de Queilá nos entregaran a mí y a mis hombres en poder de Saúl? —Lo es —contestó Dios.
Al enterarse, David consultó a Dios: —¿Debo atacar a los filisteos? Dios le contestó: —Sí, vete, atácalos y salva la ciudad de Queilá.
David volvió a consultar a Dios si debía ir o no, y Dios le contestó: —Ya te he dicho que vayas, pues yo te ayudaré a derrotar a los filisteos.
David consultó a Dios: —¿Debo perseguir a esos bandidos? Y si los persigo, ¿los alcanzaré? Dios respondió: —Persíguelos, porque los alcanzarás y recuperarás lo que se llevaron.