Pero no mató a los hijos de los asesinos, conforme a lo escrito en el libro de la ley de Moisés: 'Los padres no morirán por la culpa de los hijos, ni los hijos por culpa de los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado'.
Jeremías 31:30 - Biblia Martin Nieto sino que cada cual morirá por su propia iniquidad. El que coma agraces será el que sufra la dentera. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera. Biblia Nueva Traducción Viviente Cada persona morirá por sus propios pecados, los que coman las uvas agrias serán los que tengan la boca fruncida. Biblia Católica (Latinoamericana) sino que cada uno morirá por su propio pecado. El que coma uvas agrias sufrirá dentera. La Biblia Textual 3a Edicion sino que cada cual morirá por su propia maldad. Los dientes de todo hombre que coma las uvas agrias, tendrán la dentera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sino que cada cual morirá por su culpa; todo aquel que coma agraces sufrirá en sus dientes la dentera. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Sino que cada cual morirá por su propia maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la dentera. |
Pero no mató a los hijos de los asesinos, conforme a lo escrito en el libro de la ley de Moisés: 'Los padres no morirán por la culpa de los hijos, ni los hijos por culpa de los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado'.
El que peca es el que morirá. El hijo no cargará con la culpa del padre, ni el padre con la del hijo. Al justo se le imputará su justicia y al injusto su injusticia.
Pues todas las vidas son mías; la vida del padre lo mismo que la vida del hijo; quien peque es el que morirá.
En seguida entró en mí el espíritu y me hizo tenerme en pie, me habló y me dijo: 'Anda, enciérrate en tu casa.
Si yo digo al justo: Vivirás, pero él, confiado en su justicia, comete la injusticia, ninguna de sus obras justas será recordada. Morirá por la injusticia que ha cometido.
Si el justo se desvía de su justicia y comete injusticia, por ella morirá.
Si, cuando yo diga al malvado: ¡Morirás!, tú no hablas para amonestarlo que se corrija de su conducta, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre te pediré cuentas a ti.
Los padres no morirán por culpa de sus hijos, ni los hijos por la de sus padres; cada uno morirá por su propio pecado.
Después su propio deseo, una vez consentido, engendra el pecado; y el pecado, una vez cometido, produce la muerte.