bendiciones de espigas y frutos, bendiciones de los montes antiguos, delicias de los collados eternos; caigan sobre la cabeza de José, sobre el elegido entre sus hermanos.
Habacuc 3:6 - Biblia Martin Nieto Se alza él, y hace temblar la tierra; mira, y las naciones se estremecen; los montes eternos se dislocan, los collados antiguos se deshacen, pero sus caminos son eternos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Se levantó, y midió la tierra; Miró, e hizo temblar las gentes; Los montes antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando él se detiene, la tierra se estremece. Cuando mira, las naciones tiemblan. Él derrumba las montañas perpetuas y arrasa las antiguas colinas. ¡Él es el Eterno! Biblia Católica (Latinoamericana) Se detiene, y la tierra se estremece,
mira, y se sobresaltan las naciones;
las montañas eternas se desploman,
las colinas antiguas se derriten
¡Yavé sale como en tiempos pasados!' La Biblia Textual 3a Edicion Se detiene y mide la tierra, Lanza una mirada, Y hace estremecer a las naciones. Las montañas antiguas se desmoronan, Se hunden los montes de antaño, Pero sus sendas son sendas eternas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando se levanta la tierra se estremece; cuando mira se sobresaltan las naciones, se desmoronan los montes eternos, se hunden los collados antiguos, sus caminos de siempre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se paró, y midió la tierra; miró, e hizo temblar a las naciones; las montañas eternas fueron desmenuzadas, y los collados perpetuos se humillaron. Sus caminos son eternos. |
bendiciones de espigas y frutos, bendiciones de los montes antiguos, delicias de los collados eternos; caigan sobre la cabeza de José, sobre el elegido entre sus hermanos.
Pero el amor del Señor a sus fieles es eterno, y su justicia para todas sus generaciones,
Cuando él mira a la tierra, ésta tiembla; toca las montañas, y echan humo.
Montes divinos, los montes de Basán; montes encrestados, los montes de Basán.
Antes que surgieran las montañas, antes que la tierra y el mundo se engendraran, desde siempre y por siempre tú eres Dios.
los montes se derriten como la cera delante del Señor, delante del Señor de todo el mundo.
Se estremecieron entonces los príncipes de Edón; presa fueron del terror los fuertes de Moab; sintiéronse abatidos todos los habitantes de Canaán.
Tú los guías y los plantas en el monte de tu heredad, en el lugar de tu mansión que has preparado, en el santuario que tus manos, oh Señor, han levantado.
Toda la montaña del Sinaí humeaba, porque sobre ella había descendido el Señor en medio de fuego. El humo subía como de un horno, y toda la montaña se estremecía fuertemente.
Si el buey acornea a un niño o a una niña, le será también aplicada esta ley.
Alzad al cielo vuestros ojos, y mirad abajo, hacia la tierra; los cielos se dispersarán como humo, la tierra se gastará como un vestido y sus habitantes morirán como mosquitos; pero mi salvación durará eternamente y mi justicia no tendrá fin.
porque el gusano los devorará como a un vestido, y como lana los consumirá la polilla; pero mi justicia durará eternamente, y mi salvación de generación en generación.
Tu mano se alzará contra tus adversarios, y todos tus enemigos serán exterminados.
Los montes tiemblan ante él y las colinas se estremecen; ante él se disuelve la tierra, el mundo y los que en él habitan.
¿No eres tú el Señor desde el principio, mi Dios, mi santo? Tú eres inmortal. Señor, tú los has puesto para ejercer el derecho, los has establecido para hacer justicia.
Te ven los montes y tiemblan, un diluvio de agua irrumpe, el abismo deja oír su voz, levanta a lo alto sus manos.
de un solo hombre ha hecho todo el género humano para que habite sobre toda la superficie de la tierra, determinando los tiempos y los límites de su morada,
Cuando el altísimo distribuyó / su herencia entre los pueblos, / cuando dividió a los hombres, / estableció las fronteras de los pueblos / según el número de los hijos de Israel.
con las primicias de las viejas montañas, / con lo mejor de los collados eternos,
Josué se apoderó de todos estos reyes y de sus territorios en una sola expedición, porque el Señor, Dios de Israel, combatía por Israel.
Los montes se derritieron ante la presencia del Señor, ante la presencia del Señor, Dios de Israel.