Abrahán tomó a Ismael, su hijo; a todos los esclavos nacidos en su casa, a los comprados con su dinero; a todos los varones que había en su casa, y aquel mismo día circuncidó la carne de su prepucio, como Dios le había ordenado.
Génesis 34:24 - Biblia Martin Nieto Todos los que pasaban por las puertas de su ciudad escucharon a Jamor y a su hijo Siquén, y todos los varones fueron circuncidados. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y obedecieron a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad. Biblia Nueva Traducción Viviente Todos los hombres del consejo estuvieron de acuerdo con Hamor y Siquem, y todos los varones de la ciudad fueron circuncidados. Biblia Católica (Latinoamericana) Todos los que salían por la puerta de la ciudad se dejaron convencer por Hamor y su hijo Siquem, y todos los varones de la ciudad se hicieron circuncidar. La Biblia Textual 3a Edicion Y todos los que salían a la puerta de su ciudad obedecieron a Hamor y a su hijo Siquem, y fue circuncidado todo varón, cuantos salían a la puerta de su ciudad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Todos los que salían por la puerta de la ciudad escucharon a Jamor y a su hijo Siquén. Y fueron circuncidados todos los varones, todos los que salían por la puerta de la ciudad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y obedecieron a Hamor y a Siquem, su hijo, todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad. |
Abrahán tomó a Ismael, su hijo; a todos los esclavos nacidos en su casa, a los comprados con su dinero; a todos los varones que había en su casa, y aquel mismo día circuncidó la carne de su prepucio, como Dios le había ordenado.
Efrón, que estaba entre los hititas, respondió a Abrahán en presencia de los hititas y ante todos los que entraban por la puerta de la ciudad:
pasaron a ser propiedad de Abrahán en presencia de todos los hititas y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad.
Sus rebaños, su hacienda, su ganado serán nuestros. Demos nuestro consentimiento y se quedarán a vivir con nosotros'.
'No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas a los puercos, no sea que las pisoteen, se vuelvan contra vosotros y os despedacen'.
Da igual estar o no estar circuncidado: lo que importa es guardar los mandamientos de Dios.