Apártate de esa mujer y no te acerques a su casa,
Aleja de ella tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa;
¡Aléjate de ella! ¡No te acerques a la puerta de su casa!
Que tu trayecto pase lejos de esa mujer, no te arriesgues a la entrada de su casa.
Aleja de ella tu camino, No te acerques a la puerta de su casa,
recorre lejos de ella tu camino, no te acerques a la puerta de su casa,
Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa;
No te juntes con gente malvada ni sigas su mal ejemplo.
¡Aléjate de su compañía! ¡Aléjate, y sigue adelante!
o acabarás entregando tu salud y los mejores años de tu vida a gente cruel y peligrosa;
No pienses en esa mujer, ni pierdas por ella la cabeza.
Llegó a la esquina, cruzó la calle, y lentamente se dirigió a la casa de esa mujer.
Cuando está en su casa, se sienta a la entrada misma; cuando está en la ciudad, se sienta donde todos la vean,
Y cuando vengan las pruebas, no permitas que ellas nos aparten de ti, y líbranos del poder del diablo.”
No se hagan cómplices de los que no conocen a Dios; al contrario, háganles ver su error, pues sus hechos no aprovechan de nada.