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Proverbios 3:5 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Confía en el Señor con todo el corazón, y no te fíes de tu propia sabiduría.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Confía en YHVH con todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia inteligencia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Confía en Yahveh de todo corazón y no te apoyes en tu entendimiento.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.

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Lòt tradiksyon



Proverbios 3:5
24 Referans Kwoze  

Así que ayunamos y oramos a Dios pidiéndole que nos cuidara, y él nos escuchó.


1 (1b) Los que confían en Dios son como el monte Sión, que nadie puede moverlo. ¡Permanecerán para siempre!


Tú debes confiar en Dios. Dedícate a hacer el bien, establécete en la tierra y mantente fiel a Dios.


Pon tu vida en sus manos, confía plenamente en él, y él actuará en tu favor;


Calla en presencia de Dios, y espera paciente a que actúe; no te enojes por causa de los que prosperan ni por los que hacen planes malvados.


8 (9) Pueblo mío, ¡confía siempre en Dios! Cuando vayas a su templo, cuéntale todos tus problemas. ¡Dios es nuestro refugio!


Confía siempre en Dios. Hoy te doy treinta sabios consejos; los he escrito pensando en ti.


No hagas de las riquezas tu única meta en la vida,


El necio confía en sí mismo; el sabio se pone a salvo.


No te creas muy sabio; obedece a Dios y aléjate del mal;


Confiamos en ti, Dios nuestro, y no tenemos miedo, porque tú eres nuestro salvador, nuestro refugio y nuestra fuerza”.


Jeremías oró así: «Dios mío, yo sé que nadie es dueño de su vida y su futuro.


23 (22) »Que nadie se sienta orgulloso: ni el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza.


Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás.


Dios quiso que los judíos fuéramos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que lo alabemos por su gran poder.