10 (11) El amor y la lealtad, la paz y la justicia, sellarán su encuentro con un beso.
Proverbios 3:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Ama siempre a Dios y sé sincero con tus amigos; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Nunca permitas que la lealtad ni la bondad te abandonen! Átalas alrededor de tu cuello como un recordatorio. Escríbelas en lo profundo de tu corazón. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Que no te falten ni la bondad ni la fidelidad! Atalas a tu cuello, inscríbelas en las tablillas de tu corazón;' La Biblia Textual 3a Edicion Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad, Átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón, Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te abandonen la bondad y la lealtad: sujétalas a tu cuello, escríbelas en la tablilla de tu corazón Biblia Reina Valera Gómez (2023) Misericordia y verdad no se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; |
10 (11) El amor y la lealtad, la paz y la justicia, sellarán su encuentro con un beso.
Esta fiesta será para ustedes como una marca en la mano o en la frente. Les hará recordar que Dios, con su gran poder, nos sacó de Egipto. Por eso, nunca deben olvidarse de sus mandamientos.
Mientras pasaba delante de Moisés, Dios dijo en voz alta: «¡Soy el Dios de Israel! ¡Yo soy es el nombre con que me di a conocer! Soy un Dios tierno y bondadoso. No me enojo fácilmente, y mi amor por mi pueblo es muy grande.
Sus enseñanzas te adornarán como una corona en la cabeza, como un collar en el cuello.
Los que piensan hacer lo malo cometen un grave error; los que procuran hacer lo bueno reciben el gran amor de Dios.
El pecado se perdona cuando se ama de verdad; uno se aleja del mal cuando obedece a Dios.
Dios le dijo a su pueblo: «Gente de Judá, ustedes llevan el pecado grabado en el corazón. Sus altares están marcados con su rebelión.
¡Escuchen, israelitas, el mensaje de su Dios! Él les dice: «Yo tengo un pleito contra ustedes, los israelitas. Ustedes no son sinceros, ni aman a su prójimo. Todo el mundo mata y roba, miente y jura en falso, y no es fiel en su matrimonio. Por todos lados hay violencia. ¡Nadie me reconoce como su Dios!
Leví nunca engañó a la gente, sino que les enseñó la verdad; siempre vivió en armonía conmigo, y fue una persona tan honesta que a muchos los apartó de la maldad.
»¡Qué mal les va a ir a ustedes, maestros de la Ley y fariseos! ¡Hipócritas! Se preocupan por dar como ofrenda la décima parte de la menta, del anís y del comino que cosechan en sus terrenos. Pero no obedecen las enseñanzas más importantes de la ley: ser justos con los demás, tratarlos con amor, y obedecer a Dios en todo. Hay que hacer esas tres cosas, sin dejar de obedecer los demás mandamientos.
Escríbelas en tiras de cuero y átalas a tu brazo, y cuélgalas en tu frente.
«Por eso, este será mi nuevo pacto con el pueblo de Israel: haré que mis enseñanzas las aprendan de memoria, y que sean la guía de su vida.