Proverbios 26:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual El que esconde sus rencores, en el fondo es mentiroso. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El que odia disimula con sus labios; Mas en su interior maquina engaño. Biblia Nueva Traducción Viviente La gente podrá encubrir su odio con palabras agradables, pero te están engañando. Biblia Católica (Latinoamericana) El que tiene odio disimula su lenguaje y esconde en él su maldad. La Biblia Textual 3a Edicion Disimula con sus labios el que odia, Pero en su interior trama el engaño. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que odia se enmascara en su lenguaje, pero en su seno alberga la perfidia; Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que odia, disimula con sus labios; pero en su interior almacena engaño. |
Entonces Absalón le propuso: —Si usted no puede ir, al menos permita que vaya mi hermano Amnón. David le preguntó: —¿Y por qué tanto interés en Amnón?
Pero tanto presionó Absalón al rey que, al fin, dejó que Amnón y sus otros hijos fueran a la fiesta.
Joab la recogió y se acercó a saludar a Amasá. Con la mano derecha le tomó la barba, como si fuera a besarlo, y le preguntó: «Hermano, ¿cómo te va?»
Entonces Sambalat y Guésem me enviaron un mensaje pidiéndome que me reuniera con ellos en uno de los pueblitos del valle de Onó. Eso era una trampa para hacerme daño.
No me castigues junto con los malhechores, porque hablan con los demás y les desean lo mejor, pero en su pensamiento quisieran matarlos.
6 (7) Cuando vienen a visitarme solo me traen chismes; y cuando se van salen hablando de mí.
La gente honrada siempre dice la verdad, pero el testigo falso dice puras mentiras.
En la mente de los malvados solo hay engaño; entre los que aman la paz reina la alegría.
El que es sabio lo demuestra en que piensa bien lo que hace, pero el tonto vive engañado por su propia estupidez.
Esa gente te invita a comer, pero su invitación no es sincera; esa gente es tan tacaña que se fija en cuánto comes.
4-6 (3-5) »Nadie confía en nadie, ni siquiera en su propio hermano, porque nadie dice la verdad. Todos se cuidan de todos, porque entre hermanos se engañan y hasta entre amigos se mienten. ¡Están acostumbrados a mentir, y no se cansan de pecar! Esta gente no quiere confiar en mí. Les juro que así es».
Un día, Saúl le dijo a David: «Mira, te voy a dar como esposa a mi hija Merab. Lo único que te pido es que seas valiente y que, en el nombre de Dios, salgas al frente del ejército en las batallas». En realidad, lo que Saúl quería era que mataran a David. Por eso pensaba: «En lugar de que lo mate yo, que lo maten los filisteos».