Todo el que quiera ser sabio debe empezar por obedecer a Dios. Pero la gente ignorante no quiere ser corregida ni llegar a ser sabia.
Proverbios 23:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual No des buenos consejos a los tontos porque se burlarán de ti. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No hables a oídos del necio, Porque menospreciará la prudencia de tus razones. Biblia Nueva Traducción Viviente No gastes saliva con los necios, porque despreciarán hasta el más sabio consejo. Biblia Católica (Latinoamericana) No aconsejes a un tonto, despreciará aun tus palabras más sensatas. La Biblia Textual 3a Edicion No hables a oídos insensatos, Porque despreciarán tus sensatas razones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No hables para oídos de necio, pues despreciará la cordura de tu charla. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No hables a oídos del necio; porque despreciará la sabiduría de tus palabras. |
Todo el que quiera ser sabio debe empezar por obedecer a Dios. Pero la gente ignorante no quiere ser corregida ni llegar a ser sabia.
La gente se quedó callada, porque el rey les había ordenado no contestar.
»No den a los perros las cosas que pertenecen a Dios, ni echen delante de los cerdos lo que para ustedes es más valioso. Los cerdos no sabrán apreciar su valor, y los perros pueden morderlos a ustedes.
A los fariseos les gustaba mucho el dinero. Por eso, cuando escucharon todo lo que Jesús decía, se burlaron de él.
Muchos decían: «Ese hombre tiene un demonio y está loco. ¿Por qué le hacen caso?»
Ellos le dijeron: —Ahora sí estamos seguros de que tienes un demonio. Nuestro antepasado Abraham murió, y también murieron los profetas. Sin embargo, tú dices que el que te obedezca vivirá para siempre.
Algunos fariseos que estaban por allí lo oyeron decir esto, y le preguntaron: —¿Quieres decir que nosotros también somos ciegos?
Algunos eran filósofos, de los que pensaban que lo más importante en la vida es ser feliz. Otros eran filósofos que enseñaban que la gente tiene que controlarse a sí misma para no hacer lo malo. Algunos de ellos preguntaban: «¿De qué habla este charlatán?» Otros decían: «Parece que habla de dioses de otros países, pues habla de Jesús y de la diosa Resurrección.»
Cuando la gente oyó que Jesús había muerto y resucitado, algunos comenzaron a burlarse de Pablo, pero otros dijeron: «Mejor hablamos de esto otro día.»