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Proverbios 20:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Hay muchos que afirman ser leales, pero nadie encuentra gente confiable.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Muchos se dicen ser amigos fieles, ¿pero quién podrá encontrar uno realmente digno de confianza?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

De mucha gente se dice que son buenos, pero ¿quién hallará a un hombre fiel?

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La Biblia Textual 3a Edicion

Muchos proclaman sus propias bondades, Pero un hombre de fiar, ¿quién lo hallará?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Muchos hombres se proclaman amigos; pero un hombre fiel, ¿quién lo hallará?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad; pero hombre fiel ¿quién lo hallará?

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Lòt tradiksyon



Proverbios 20:6
16 Referans Kwoze  

1 (2) Sálvanos, Dios mío, pues ya no hay en este mundo gente que te sea fiel.


2 (3) Todo el mundo dice mentiras y unos a otros se engañan; ahora dicen una cosa, y luego dicen otra.


Los planes de la mente humana son profundos como el mar; quien es inteligente los descubre.


Hay quienes hablan de dar y nunca dan nada. Son como las nubes oscuras, que anuncian lluvia… ¡y no llueve!


No presumas de ti mismo; deja que te alaben los demás.


¡todavía no he encontrado lo que busco! He encontrado un hombre bueno entre mil, pero no he encontrado una sola mujer buena.


Dios dijo: «Vayan por las calles de Jerusalén; miren bien por las plazas, y busquen a una sola persona buena, que haga justicia y diga la verdad. Si la encuentran, entonces yo perdonaré a la ciudad.


Yo, Miqueas, soy un miserable, y quisiera calmar mi apetito. Ando en busca de uvas o higos, pero no encuentro nada que comer; ya todo lo han cosechado.


Ya no hay en este mundo gente buena y que ame a Dios; unos a otros se hacen daño. Solo esperan el momento de matarse unos a otros.


»Si alguno de ustedes ayuda a los pobres, no se ponga a publicarlo en las sinagogas ni en los lugares por donde pasa la gente; eso lo hacen los hipócritas, que quieren que la gente los alabe. Les aseguro que ese es el único premio que ustedes recibirán.


»Puesto de pie, el fariseo oraba así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres. Ellos son ladrones y malvados, y engañan a sus esposas con otras mujeres. ¡Tampoco soy como ese cobrador de impuestos!


Pedro le dijo: —Recuerda que nosotros dejamos todo lo que teníamos, y te hemos seguido.


¡Claro que no, sino que les responderá de inmediato! Pero cuando yo, el Hijo del hombre, regrese a este mundo, ¿acaso encontraré gente que confíe en Dios?»


Enseguida Pedro le dijo: —Señor, si tengo que ir a la cárcel contigo, iré; y si tengo que morir contigo, moriré.


Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: —Aquí viene un verdadero israelita, un hombre realmente sincero.


Sé que hablar bien de mí es una locura, pero ustedes me han obligado a hacerlo. Yo soy tan capaz como esos superapóstoles, ¡así que son ustedes los que deberían hablar bien de mí!