Al llegar, Elías le dijo al rey: «Dios no te va a sanar, sino que morirás, pues has consultado con Baal-zebub, el dios de Ecrón, como si en Israel no hubiera Dios».
Proverbios 11:19 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual El premio del bueno es la vida, y el del malvado es la muerte. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Como la justicia conduce a la vida, Así el que sigue el mal lo hace para su muerte. Biblia Nueva Traducción Viviente Los justos encuentran la vida; los malvados hallan la muerte. Biblia Católica (Latinoamericana) La vida honrada lleva a la vida, el que eligió el mal camina a la muerte. La Biblia Textual 3a Edicion La firmeza de rectitud tiende a la vida, Pero quien anda tras la maldad, persigue su propia muerte. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien abraza la justicia llega a la vida, quien persigue el mal va a la muerte. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como la justicia tiende a la vida, así el que sigue el mal lo sigue para su propia muerte. |
Al llegar, Elías le dijo al rey: «Dios no te va a sanar, sino que morirás, pues has consultado con Baal-zebub, el dios de Ecrón, como si en Israel no hubiera Dios».
Avísale a Ocozías que yo, el Dios de Israel, le advierto que no se va a sanar, ¡se va a morir!» Elías obedeció,
Cuando te enfrentes al Gran Juez, de nada te servirán las riquezas; solo haciendo lo que es justo te librarás de la muerte.
Obedece a Dios y vivirás; así dormirás tranquilo y no tendrás ningún temor.
pero los que me ofenden ponen su vida en peligro; odiarme es amar la muerte».
Dios ama a todos los que lo obedecen, y también a los que tratan bien a los demás y se dedican a hacer lo bueno, sin importar de qué país sean.
Quien solo vive para pecar, recibirá como castigo la muerte. Pero Dios nos regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor.
»Traten siempre a todos con justicia. Así disfrutarán de la vida y tomarán posesión del país que Dios les dará».
Los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando vivimos solo para hacer lo malo, lo único que nos espera es la muerte eterna.
Podemos saber quién es hijo de Dios, y quién es hijo del diablo: los hijos del diablo son los que no quieren hacer lo bueno ni se aman unos a otros.
Hijitos míos, ¡que nadie los engañe! Todo el que obedece a Dios es tan justo como lo es Jesús.