Proverbios 1:23 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual ¡Háganme caso cuando los instruya! Así compartiré con ustedes mis enseñanzas y pensamientos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras. Biblia Nueva Traducción Viviente Vengan y escuchen mi consejo. Les abriré mi corazón y los haré sabios. Biblia Católica (Latinoamericana) Oigan pues mis advertencias, en este momento en que abro mi corazón y les doy a conocer mis pensamientos. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Volveos ante mi reprensión, Y os manifestaré mi espíritu, Y os haré conocer mis palabras! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Atended mis advertencias; mirad que os abro mi espíritu, os doy a conocer mis palabras. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Volveos a mi reprensión: He aquí, yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os daré a conocer mis palabras. |
El que acepta la corrección tendrá una larga vida, pero quien no oye consejos no llegará muy lejos.
Quien ama la corrección, también ama el conocimiento; ¡hay que ser tonto para no aprender del castigo!
Los mandamientos y las enseñanzas son como una lámpara encendida; la corrección y la disciplina te mostrarán cómo debes vivir;
»Pero Dios vendrá a visitarnos, y con su poder creador convertirá el desierto en tierra fértil, y la tierra fértil en un bosque hermoso.
Isaías dijo: «Que Dios mande justicia desde los cielos, que la justicia descienda como rocío del cielo, como lluvia de las nubes. ¡Que haya justicia en la tierra y Dios traiga salvación!»
»¡Vuelvan a mí, israelitas rebeldes! ¡Ustedes son mis hijos! De cada ciudad tomaré a uno de ustedes, y de cada familia tomaré a dos, y los traeré a Jerusalén.
de mi parte que yo no quiero que muera la gente malvada. Lo que quiero es que dejen su mala conducta y vivan. Israelitas, ¡cambien su mala conducta! ¡Dejen de hacer lo malo, y no morirán!
1-2 (2-3) Oseas le dijo al pueblo: «¡Israel, Israel, tu maldad te ha hecho caer! ¡Arrepiéntete y regresa a tu Dios! Llega ante él con esta oración: “Dios mío, tú eres bueno; ¡perdona nuestros pecados y acepta nuestras alabanzas!
28 (3.1) »Cuando esto haya pasado, les daré a todos mi espíritu: hombres y mujeres hablarán de parte mía; a los ancianos les hablaré en sueños y a los jóvenes, en visiones.
1 (4.1) »Cuando llegue ese día, haré que los de Judá y de Jerusalén vuelvan de las naciones a donde los llevaron prisioneros.
»Yo haré que los descendientes de David oren y se pongan muy tristes al mirar al que atravesaron con una lanza. También haré que lloren los habitantes de Jerusalén. Y será tan grande su tristeza que llorarán como si hubieran perdido a su único hijo.
Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan.»
Al decir esto, Jesús estaba hablando del Espíritu de Dios, que recibirían los que creyeran en él. Porque mientras Jesús no muriera y resucitara, el Espíritu no se haría presente.
Por eso, primero anuncié el mensaje a la gente de Damasco, y luego a la de Jerusalén, y a la de toda la región de Judea. También hablé con los que no eran judíos, y les dije que debían pedirle perdón a Dios y obedecerlo, y hacer lo bueno para demostrar que en verdad se habían arrepentido.
Por eso, dejen de pecar y vuelvan a obedecer a Dios. Así él olvidará todo lo malo que ustedes han hecho, les dará nuevas fuerzas