¡Que sufran los malvados su propia destrucción! ¡Que sufran en carne propia el enojo del Todopoderoso!
Números 14:28 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Ya que andan diciendo que los he castigado, los voy a castigar. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que lo haré. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora bien, díganles lo siguiente: tan cierto como que yo vivo, declara el Señor, haré con ustedes precisamente lo que les oí decir. Biblia Católica (Latinoamericana) Diles: Tan cierto como que Yavé es vivo que les voy a tomar la palabra, y así como ustedes acaban de decirlo a mis oídos, La Biblia Textual 3a Edicion Diles: Vivo Yo, dice YHVH, que tal como habéis hablado a mis oídos, así haré Yo con vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Diles: 'Por mi vida -oráculo de Yahveh-, que os trataré según las mismas palabras que habéis hablado a mis oídos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros: |
¡Que sufran los malvados su propia destrucción! ¡Que sufran en carne propia el enojo del Todopoderoso!
Por eso, ya enojado decidí: “No voy a permitirles entrar en la tierra prometida, donde los habría hecho descansar”».
Ustedes son un pueblo rebelde, pero vivirán para ver que cumplo lo que digo. Yo soy el Dios de Israel, y no tardaré en cumplir mi palabra.
Los israelitas siempre se quejaban con Dios por los problemas que tenían. Cuando Dios oyó sus quejas, se enojó mucho y prendió un fuego alrededor del campamento.
Se quejaban contra Moisés y Aarón, y decían: «¡Ojalá nos hubiéramos muerto en Egipto, o en este desierto!
Yo soy Dios, y mi fama es conocida en toda la tierra. Una cosa te juro: Ninguno de los que vieron los milagros que hice en Egipto y en este desierto, verá el territorio que les prometí. Ellos hablaron mal de mí, me pusieron a prueba muchísimas veces, y no me obedecen.
Cuando Moisés les comunicó todo esto, los israelitas se pusieron muy tristes.
“Puesto que no quisieron obedecerme, juro que ninguno de los que salieron de Egipto, mayor de veinte años, entrará al territorio que prometí a sus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.
»Cuando Dios escuchó sus quejas, se enojó, pues ustedes son gente muy mala. Por eso juró que no disfrutarían de la tierra que había prometido a sus antepasados.
Desde el día en que salimos de Cadés-barnea hasta el día en que cruzamos ese arroyo habían pasado treinta y ocho años. Para entonces ya habían muerto todos los israelitas que al salir de allá tenían dieciocho años. Dios había jurado que usaría todo su poder para acabar con ellos.
¿Y con quiénes estuvo Dios enojado durante cuarenta años? ¡Pues con los que pecaron y luego cayeron muertos en el desierto!