Después de expulsar al hombre y a la mujer, Dios puso unos querubines al este del Edén, y también puso una espada encendida que giraba hacia todos lados, para impedir que alguien se acercara al árbol de la vida.
Nahúm 3:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual ¡Ya ataca la caballería, y deslumbran las espadas y las lanzas! ¡No es posible contar los heridos ni saber cuántos son los muertos! ¡Los cadáveres se amontonan! ¡La gente tropieza con ellos! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 jinete enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza; y multitud de muertos, y multitud de cadáveres; cadáveres sin fin, y en sus cadáveres tropezarán, Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Miren cómo destellan las espadas y brillan las lanzas cuando pasa la caballería! Hay muertos incontables, hay montones de cadáveres, tantos que la gente tropieza con ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) caballerías que avanzan, llamear de espadas, centellear de lanzas, multitud de heridos, montones de muertos, cadáveres sin fin; se tropieza en los cadáveres. La Biblia Textual 3a Edicion Del resplandor de la espada y el relampagueo de la lanza. Infinidad de heridos, Multitud de muertos, Muchedumbre de víctimas en cuyos cadáveres se tropieza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 jinetes enhiestos, flamear de espadas, fulgor de lanzas, multitud de muertos, montón de despojos, cadáveres sin fin, se tropieza en cadáveres. Biblia Reina Valera Gómez (2023) caballero enhiesto, y resplandor de espada, y resplandor de lanza; multitud de muertos, y multitud de cadáveres; de sus cadáveres no hay fin, y sobre sus cadáveres tropiezan: |
Después de expulsar al hombre y a la mujer, Dios puso unos querubines al este del Edén, y también puso una espada encendida que giraba hacia todos lados, para impedir que alguien se acercara al árbol de la vida.
Esa noche, el ángel de Dios fue y mató a ciento ochenta y cinco mil soldados del ejército asirio, y a la mañana siguiente el campo estaba lleno de muertos.
»Por las montañas correrán verdaderos ríos de sangre. Los muertos quedarán abandonados, y despedirán mal olor.
Esa noche, el ángel de Dios fue y mató a ciento ochenta y cinco mil soldados del ejército asirio, y a la mañana siguiente el campo estaba lleno de muertos.
Dios juzgará al mundo entero con el fuego y con la espada, y serán muchos los muertos».
Tú y tus grandes ejércitos caerán muertos en las montañas de Israel, y con los cadáveres alimentaré a los buitres y a las fieras.