Cuando Abram tenía noventa y nueve años, Dios se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios todopoderoso. Obedéceme siempre y pórtate con honradez.
Miqueas 4:5 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual ¡Qué importa que otras naciones adoren a sus propios dioses! ¡Nosotros siempre obedeceremos a nuestro poderoso Dios!» Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre. Biblia Nueva Traducción Viviente Aunque las naciones que nos rodean sigan a sus ídolos, nosotros seguiremos al Señor nuestro Dios por siempre y para siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras todos los pueblos caminan cada uno en nombre de sus dioses, nosotros caminamos en el Nombre de Yavé, nuestro Dios, por siempre jamás. La Biblia Textual 3a Edicion Los pueblos caminan invocando a sus dioses, Nosotros caminamos en el nombre de YHVH, Nuestro Dios por siempre jamás. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si, pues, todos los pueblos caminan cada uno en nombre de su dios, también nosotros caminamos en el nombre de Yahveh, nuestro Dios para siempre jamás. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bien que todos los pueblos anduvieren cada uno en el nombre de sus dioses, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios eternamente y para siempre. |
Cuando Abram tenía noventa y nueve años, Dios se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios todopoderoso. Obedéceme siempre y pórtate con honradez.
Pero cada pueblo se fabricó su propio dios en la ciudad donde habitaba, y lo puso en los pequeños templos que los samaritanos habían construido en las colinas.
Ellos continuaron con este comportamiento hasta el momento en que esto se escribió, pues no adoraron a Dios ni obedecieron los mandamientos que él dio a su pueblo Israel.
6 (7) Ahora estoy bien seguro de que Dios le dará la victoria al rey que él ha elegido. Sé que Dios le responderá desde su santo cielo; sé que con su poder le dará al rey grandes victorias.
14 (15) ¡Este es nuestro Dios! ¡Nuestro Dios es un Dios eterno que siempre guiará nuestra vida!
Dios mío, ahora voy a recordar tus hechos poderosos, y hablaré de la justicia que solo tú puedes hacer.
»Dios nuestro, aunque otros dioses nos han dominado, tú eres nuestro único Dios.
Por tus enseñanzas aprendemos a vivir; ellas nos hacen sentirnos seguros. Lo que más deseamos es obedecerte y adorarte.
Haré con ellos un pacto que durará para siempre. Estaré con mi pueblo en todo momento, y lo ayudaré; haré que me respete, y que no vuelva a alejarse de mí.
Yo fortaleceré a mi pueblo, y en mi nombre avanzarán sin miedo. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que así será.
Por lo tanto, deben obedecerlo en todo y cumplir los mandamientos que hoy les he dado».
Ustedes han aceptado a Jesucristo como su dueño y Señor. Por eso, deben vivir como a él le agrada.
Y todo lo que hagan o digan, háganlo como verdaderos seguidores del Señor Jesucristo, y denle gracias a Dios el Padre por lo que Cristo ha hecho por ustedes.
Si no quieren serle obedientes, decidan hoy a quién van a dedicar su vida. Tendrán que elegir entre los dioses a quienes sus antepasados adoraron en Mesopotamia, y los dioses de los amorreos en cuyo territorio ustedes viven ahora. Pero mi familia y yo hemos decidido dedicar nuestra vida a nuestro Dios.