30 (31) y por eso Jacob llamó a ese lugar Penuel, pues dijo: «¡He visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con vida!»
Mateo 5:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Dios bendice a los que tienen un corazón puro, pues ellos verán a Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Dios bendice a los que tienen corazón puro, porque ellos verán a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Bienaventurados los de limpio corazón,° porque ellos verán a Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios. |
30 (31) y por eso Jacob llamó a ese lugar Penuel, pues dijo: «¡He visto a Dios cara a cara, y todavía sigo con vida!»
Eres sincero con los que son sinceros, pero con los tramposos demuestras ser más astuto.
Solo quien hace lo bueno y practica la justicia; solo quien piensa en la verdad y habla con la verdad;
26 (27) Eres sincero con los que son sinceros, pero con los tramposos demuestras ser más astuto.
el que siempre hace lo bueno y jamás piensa hacer lo malo; el que no adora a dioses falsos ni hace juramentos en su nombre.
10 (12) Dios mío, no me dejes tener malos pensamientos; cambia todo mi ser.
Dios no ha hecho ninguna diferencia entre ellos y nosotros, pues también a ellos les perdonó sus pecados cuando creyeron en Jesús.
Ahora conocemos a Dios de manera no muy clara, como cuando vemos nuestra imagen reflejada en un espejo a oscuras. Pero, cuando todo sea perfecto, veremos a Dios cara a cara. Ahora lo conozco de manera imperfecta; pero cuando todo sea perfecto, podré conocerlo como él me conoce a mí.
Queridos hermanos y hermanas en Cristo, Dios nos hizo esa promesa. Por eso, para que Dios nos acepte, no debemos hacer el mal, sino mantenernos libres de pecado. Honremos a Dios, y tratemos de ser santos como él.
Los que obedecen sinceramente a Jesucristo consideran que todo es bueno. Pero los que no obedecen ni confían en él, creen que nada es bueno; solo piensan en lo malo, y no les remuerde la conciencia.
Por eso, mantengamos una amistad sincera con Dios, teniendo la plena seguridad de que podemos confiar en él. Porque Cristo nos dejó limpios de pecado, como si nos hubiera lavado con agua pura, y ya estamos libres de culpa.
Traten de vivir en paz con todos, y de obedecer a Dios; porque si no lo hacen, jamás lo verán cara a cara.
Pues si todo eso tiene poder, más poder tiene la sangre de Cristo. Porque por medio del Espíritu, que vive para siempre, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha ni pecado. Su sangre nos purifica, para que estemos seguros de que hemos sido perdonados, y para que podamos servir a Dios, que vive para siempre.
En cambio, los que tienen la sabiduría que viene de Dios, no hacen lo malo; al contrario, buscan la paz, son obedientes y amables con los demás, se compadecen de los que sufren, y siempre hacen lo bueno; tratan a todos de la misma manera, y son verdaderos cristianos.
Háganse amigos de Dios, y él se hará amigo de ustedes. ¡Pecadores, dejen de hacer el mal! Los que quieren amar a Dios, pero también quieren pecar, deben tomar una decisión: o Dios, o el mundo de pecado.
Ahora ustedes obedecen el verdadero mensaje de Dios, y Dios los ha limpiado de todo pecado para que se amen unos a otros sinceramente, como hermanos. Así que, ámense mucho unos a otros, con todo su corazón y con todas sus fuerzas.
Todos podrán ver a Dios cara a cara, y el nombre de Dios estará escrito en sus frentes.