»Para que yo les perdone la vida a todos los israelitas mayores de veinte años que aparezcan en la lista, deberán darme cinco monedas de plata, que es la mitad del impuesto oficial del santuario. Ni los ricos darán más, ni los pobres darán menos.
Mateo 21:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, fue al templo y empezó a sacar a todos los que estaban vendiendo y comprando cosas. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero de otros países por dinero del templo, y también tiró los cajones de los que vendían palomas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús entró en el templo y comenzó a echar a todos los que compraban y vendían animales para el sacrificio. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús entró en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas y los puestos de los vendedores de palomas. Les dijo: La Biblia Textual 3a Edicion Y Jesús entró en el templo,° y echó° a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entró Jesús en el templo y expulsó a todos los que vendían y compraban en él; también volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; |
»Para que yo les perdone la vida a todos los israelitas mayores de veinte años que aparezcan en la lista, deberán darme cinco monedas de plata, que es la mitad del impuesto oficial del santuario. Ni los ricos darán más, ni los pobres darán menos.
»Si alguien me presenta aves como ofrenda, estas pueden ser palomas o tortolitas.
»Tan pronto como la madre termine de purificarse por el nacimiento de su hijo o de su hija, deberá ir a la entrada del santuario. Allí presentará al sacerdote un cordero de un año, y una paloma o una tortolita. Entonces el sacerdote quemará el cordero en honor de Dios, y presentará la paloma o la tortolita como ofrenda para el perdón de pecados, y así la madre quedará purificada. »Esta es la ley para toda mujer que tenga un hijo o una hija.
Pero si la mujer no tiene dinero para comprar un cordero, podrá presentar como ofrenda dos palomas o dos tortolitas. El sacerdote quemará una de ellas en honor de Dios, y la otra la presentará como ofrenda para el perdón de pecados. Así la mujer quedará purificada.»
Presentará también, según sus posibilidades, dos palomas o dos tortolitas, una como ofrenda para el perdón de pecados y la otra para quemarla en mi honor.
y para terminar presentará un ave como ofrenda para el perdón de pecados, y la otra la quemará en mi honor, junto con la ofrenda de harina y aceite.
Al octavo día irá a la entrada del santuario para presentarse ante Dios. Llevará dos palomas y dos tortolitas, y se los dará al sacerdote.
Al octavo día, tomará dos palomas o dos tortolitas, y las presentará al sacerdote, a la entrada del santuario.
»Si quien cometió el pecado tampoco tiene dinero como para comprar las dos palomas o las dos tortolitas, podrá presentarme como ofrenda por su perdón dos kilos de harina de la mejor calidad. Se la llevará al sacerdote, y él tomará un puñado de harina y lo quemará sobre el altar. Así, ustedes se acordarán de que yo soy quien les da todas las cosas. Esta es una ofrenda por el perdón de pecados, así que no le pongan ni aceite ni incienso.
»Si quien cometió el pecado no tiene dinero como para comprar una corderita, me ofrecerá entonces dos palomas o dos tortolitas. Llevará las dos aves al sacerdote, y el sacerdote me ofrecerá una de ellas como ofrenda por el perdón del pecado, y la otra la quemará en mi honor. A la primera le retorcerá el cuello, pero no le arrancará la cabeza;
Cuando Jesús entró en Jerusalén, fue al templo y se puso a ver cómo estaba todo. Pero como ya era tarde, se fue con sus discípulos al pueblo de Betania.
La ley también decía que debían presentar, como ofrenda a Dios, dos pichones de paloma o dos tórtolas.
Como ya se acercaba la fiesta de los judíos llamada la Pascua, Jesús fue a la ciudad de Jerusalén.