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Mateo 13:57 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Pero ninguno de los que estaban allí quiso aceptar las enseñanzas de Jesús. Entonces él dijo: «A un profeta se le respeta en todas partes, menos en su propio pueblo y en su propia familia.»

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él. Entonces Jesús les dijo: «Un profeta recibe honra en todas partes menos en su propio pueblo y entre su propia familia».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Entonces Jesús les dijo: 'Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su patria y en su propia familia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y se escandalizaban a causa° de Él. Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su° tierra y en su casa.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y les parecía escandaloso. Pero Jesús les dijo: 'A un profeta sólo lo desprecian en su tierra y en su casa'.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y se escandalizaban en Él. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra y en su casa.

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Lòt tradiksyon



Mateo 13:57
19 Referans Kwoze  

Dios, el Salvador y santo de Israel, le dijo al pueblo: «Israel, tú has sido despreciado y odiado por otros pueblos, y ahora eres esclavo de esos tiranos. Pon atención a mis palabras: “Yo soy tu único Dios; cuando los reyes y los príncipes de otras naciones te vean, se humillarán ante ti. ”¡Yo te he elegido y te cumpliré esta promesa!”»


Todos lo despreciaban y rechazaban. Fue un hombre que sufrió el dolor y experimentó mucho sufrimiento. Todos evitábamos mirarlo; lo despreciamos y no lo tuvimos en cuenta.


De lo contrario, seré para ustedes como una trampa, en la que caerán todos los habitantes de Jerusalén. Seré como una piedra con la que tropezarán los dos reinos de Israel.


»Dios va a bendecir a los que me ven hacer esto y no me abandonan.»


Y como la gente no creía en él, Jesús no hizo muchos milagros en aquel lugar.


De allí Jesús se fue a Nazaret, que era su propio pueblo, y sus discípulos lo acompañaron.


Jesús era tan conocido que hasta el rey Herodes Antipas oyó hablar de él. Algunos decían que Jesús era Juan el Bautista, que había vuelto a vivir y hacía muchos milagros.


¿Acaso no es este el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no es verdad que sus hermanas viven en este mismo pueblo? Y se quedaron confundidos y contrariados. Por eso, Jesús les dijo: —Al profeta se le reconoce y se le acepta en todas partes, menos en su propio pueblo, en su propia familia y en su propia casa.


Pero les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propio pueblo.


»¡Dios bendecirá a los que no me abandonan porque hago todo esto!


Decían: «¿No es este Jesús, el hijo de José? ¡Nosotros conocemos a sus padres! ¿Cómo se atreve a decir que bajó del cielo?»


Pero Jesús les respondió: —¿Esto los ofende?