Marcos 4:41 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Pero ellos estaban muy asombrados, y se decían unos a otros: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y el mar lo obedecen?» Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen? Biblia Nueva Traducción Viviente Los discípulos estaban completamente aterrados. «¿Quién es este hombre? —se preguntaban unos a otros—. ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!». Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ellos estaban muy asustados por lo ocurrido y se preguntaban unos a otros: '¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?' La Biblia Textual 3a Edicion Y temieron con gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste,° que no sólo el viento, sino también el mar le obedece? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quedaron sumamente atemorizados y se preguntaban unos a otros: '¿Pero quién es éste, que hasta el viento y la mar le obedecen?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y temieron en gran manera, y se decían el uno al otro: ¿Qué clase de hombre es Éste, que aun el viento y el mar le obedecen? |
Los discípulos preguntaban asombrados: —¿Quién será este hombre, que hasta el viento y las olas lo obedecen?
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí?
Jesús y sus discípulos cruzaron el Lago de Galilea y llegaron a un lugar cerca del pueblo de Gerasa.
La mujer, sabiendo lo que le había pasado, fue y se arrodilló delante de él, y temblando de miedo le dijo toda la verdad.
porque estaba muy admirada y decía: «Jesús todo lo hace bien. ¡Hasta puede hacer que los sordos oigan y que los mudos hablen!»
La gente se asombró mucho, y decía: «¿Qué clase de poder tiene este hombre? Con autoridad y poder les ordena a los espíritus malos que salgan, ¡y ellos lo obedecen!»
Luego les dijo a los discípulos: —¡Ustedes no confían en mí! Pero ellos estaban tan asustados y asombrados que se decían: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y las olas lo obedecen?»
Gracias a Dios, el reino que él nos da no puede ser movido. Por eso debemos adorar a Dios con el amor y la honra que a él le gusta recibir.
»Dios mío, todos te honran y te alaban, pues solo tú eres santo. »Todos los países del mundo vendrán a adorarte, pues bien saben que eres justo.»
»Ustedes saben bien todo lo bueno que Dios ha hecho por ustedes. Por eso, obedézcanlo y sírvanle siempre de buena gana.