Cuando Jeroboam escuchó lo que el profeta había dicho en contra del altar de Betel, extendió su brazo desde el altar y dijo: «Llévense preso a este hombre». Pero el brazo que había extendido se le quedó tieso y no pudo moverlo más.
Marcos 3:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Jesús volvió a entrar en la sinagoga. Allí había un hombre que tenía una mano tullida. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús entró de nuevo en la sinagoga y vio a un hombre que tenía una mano deforme. Biblia Católica (Latinoamericana) Otro día entró Jesús en la sinagoga y se encontró con un hombre que tenía la mano paralizada. La Biblia Textual 3a Edicion Y entró otra vez en la sinagoga, y estaba allí un hombre que tenía seca una mano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entró de nuevo en la sinagoga. Había allí un hombre que tenía una mano seca; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y otra vez entró en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. |
Cuando Jeroboam escuchó lo que el profeta había dicho en contra del altar de Betel, extendió su brazo desde el altar y dijo: «Llévense preso a este hombre». Pero el brazo que había extendido se le quedó tieso y no pudo moverlo más.
Jesús y sus discípulos fueron al pueblo de Cafarnaúm. El sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar.
Jesús recorrió toda la región de Galilea anunciando las buenas noticias en las sinagogas de cada pueblo, y expulsando a los demonios.
Yo, el Hijo del hombre, soy quien decide qué puede hacerse y qué no puede hacerse en el día de descanso.
Allí, acostados en el suelo, había muchos enfermos: ciegos, cojos y paralíticos.