13 (14) Parecen leones feroces, que se lanzan contra mí con ganas de despedazarme.
Lucas 22:63 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Los guardias que vigilaban a Jesús se burlaban de él; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban; Biblia Nueva Traducción Viviente Los guardias que estaban a cargo de Jesús comenzaron a burlarse de él y a golpearlo. Biblia Católica (Latinoamericana) Los hombres que custodiaban a Jesús empezaron a burlarse de él y a darle golpes. La Biblia Textual 3a Edicion Y los hombres que lo tenían preso se burlaban de Él golpeándolo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entre tanto, los hombres que tenían preso a Jesús se burlaban de él y lo golpeaban. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de Él y le golpeaban; |
13 (14) Parecen leones feroces, que se lanzan contra mí con ganas de despedazarme.
No les permitas que digan: «¡Se cumplió nuestro deseo! ¡Hemos acabado con él!»
Dios, el Salvador y santo de Israel, le dijo al pueblo: «Israel, tú has sido despreciado y odiado por otros pueblos, y ahora eres esclavo de esos tiranos. Pon atención a mis palabras: “Yo soy tu único Dios; cuando los reyes y los príncipes de otras naciones te vean, se humillarán ante ti. ”¡Yo te he elegido y te cumpliré esta promesa!”»
»Muchos se asombrarán al verlo, por tener la cara desfigurada, y no parecer un ser humano.
Todos lo despreciaban y rechazaban. Fue un hombre que sufrió el dolor y experimentó mucho sufrimiento. Todos evitábamos mirarlo; lo despreciamos y no lo tuvimos en cuenta.
1 (4.14) Yo, Miqueas, anuncio: «Jerusalén, Jerusalén, prepárate para la guerra. Por medio de tus enemigos Dios castigará duramente al rey de Israel.
El jefe de los sacerdotes empezó a preguntarle a Jesús acerca de sus discípulos y de lo que enseñaba.
Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias del templo lo golpeó en la cara y le dijo: —¡Esa no es manera de contestarle al jefe de los sacerdotes!
Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios.
Cuando lo insultaban, jamás contestaba con insultos, y jamás amenazó a quienes lo hicieron sufrir. Más bien, dejó que Dios lo cuidara y se encargara de todo, pues Dios juzga a todos con justicia.