»Del canasto de los panes sin levadura que están frente al altar sacarás un pan redondo, un pan de los mezclados con aceite y una galleta.
Levítico 8:26 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Encima de todo esto puso un pan, una torta amasada con aceite y una galleta, que sacó de la canasta de los panes sin levadura que estaban frente al altar de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y del canastillo de los panes sin levadura, que estaba delante de Jehová, tomó una torta sin levadura, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre, y las puso con la grosura y con la espaldilla derecha. Biblia Nueva Traducción Viviente Encima de estos puso un pan plano preparado sin levadura, un pan mezclado con aceite de oliva y una oblea untada con aceite de oliva. Estos panes los tomó de la cesta de los panes preparados sin levadura que se había colocado en la presencia del Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Sacó del canastillo de los panes sin levadura que estaba ante Yavé un pan ázimo, una torta de pan amasada en aceite y otra torta, y las puso sobre la grasa y el pernil derecho. La Biblia Textual 3a Edicion Del canastillo de los ázimos que estaba ante YHVH, tomó una torta ázima, una torta de pan de aceite, y un hojaldre, los cuales colocó con la grasa y la espaldilla derecha. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tomó de la canastilla de ázimos que estaba delante de Yahveh una torta ázima, una torta de pan amasado con aceite y un pastelillo, y lo puso encima de las grasas y de la pierna derecha. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y del canastillo de los panes sin levadura, que estaba delante de Jehová, tomó una torta sin levadura, y una torta de pan de aceite, y una lasaña, y las puso con la grosura y con la espaldilla derecha; |
»Del canasto de los panes sin levadura que están frente al altar sacarás un pan redondo, un pan de los mezclados con aceite y una galleta.
Moisés tomó también la cola y toda la grasa que recubre los intestinos, parte del hígado y los dos riñones, y la pierna derecha del animal.
Aquel que es la Palabra habitó entre nosotros y fue como uno de nosotros. Vimos el poder que le pertenece como Hijo único de Dios, pues nos ha mostrado todo el amor y toda la verdad.
Por medio de los apóstoles, Dios seguía haciendo milagros y señales maravillosas entre la gente. Todos los días, los seguidores de Jesús se reunían en el Portón de Salomón,
Solo hay un Dios, y solo hay uno que puede ponernos en paz con Dios: Jesucristo, el hombre.