Dios nuestro, haz que nuestros vecinos sufran en carne propia las ofensas que te han hecho.
Levítico 26:28 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual yo me enfrentaré a ustedes y los castigaré todavía más de lo que merecen sus pecados. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 yo procederé en contra de vosotros con ira, y os castigaré aun siete veces por vuestros pecados. Biblia Nueva Traducción Viviente entonces yo descargaré toda mi hostilidad. Yo mismo los castigaré siete veces por sus pecados. Biblia Católica (Latinoamericana) yo me enfrentaré con ustedes con ira y les devolveré siete veces más por sus pecados: La Biblia Textual 3a Edicion también Yo procederé contra vosotros con ira hostil, y Yo mismo os castigaré aún siete veces más por vuestros pecados, Biblia Serafín de Ausejo 1975 yo me opondré a vosotros con furor, y os castigaré yo mismo otras siete veces por vuestros pecados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) yo procederé contra vosotros, y lo haré con ira, y os castigaré aún siete veces por vuestros pecados. |
Dios nuestro, haz que nuestros vecinos sufran en carne propia las ofensas que te han hecho.
Ya no estoy enojado con ella; todavía hay algunos rebeldes, pero yo los sacaré de allí.
Yo he destruido a mis enemigos; los he aplastado como a la uvas cuando se hace el vino; con furia los he pisoteado, y su sangre me manchó la ropa.
Dios llegará en medio del fuego; sus carros son como un torbellino. Dios descargará su enojo; su castigo será como fuego ardiente.
Es más, yo mismo voy a pelear contra ustedes, y lo haré con todo mi poder y con toda mi furia. ¡Ya me tienen harto!
»Por eso, castigaré con furia a este lugar, y a los hombres y a los animales, a los árboles del campo y a los frutos de la tierra. ¡Mi enojo será como un fuego difícil de apagar! Les juro que así será.
El enojo de Dios fue tan grande que ya no pudo contenerse; le prendió fuego a Jerusalén y la destruyó por completo.
»Yo los castigaré con furia, y cuando mi enojo se haya calmado, reconocerán que yo, el Dios de Israel, soy un Dios muy celoso que cumple su palabra.
Estoy tan enojado que voy a castigarlos sin ninguna compasión. A gritos me pedirán que los perdone, ¡pero no les haré caso!»
Ahora son rebeldes y se comportan como las naciones que no creen en mí, pero entonces se humillarán y aceptarán el castigo de su maldad.
Nuestro Dios exige que le seamos fieles. Cuando se enoja, toma venganza de sus enemigos y de sus contrarios.
Cuando nuestro Dios se enoja, las piedras se hacen polvo, como si las partiera un rayo; cuando nuestro Dios se enoja, nadie puede mantenerse firme.