1 (2) Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¡Tan lejos te mantienes que no vienes en mi ayuda ni escuchas mis gritos de dolor!
Levítico 1:15 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual El sacerdote pondrá el ave sobre el altar, y allí le arrancará la cabeza y la quemará, dejando que la sangre corra por los costados del altar. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el sacerdote la ofrecerá sobre el altar, y le quitará la cabeza, y hará que arda en el altar; y su sangre será exprimida sobre la pared del altar. Biblia Nueva Traducción Viviente El sacerdote llevará el ave al altar, le arrancará la cabeza y la quemará sobre el altar; pero primero deberá escurrir la sangre y dejarla correr sobre un costado del altar. Biblia Católica (Latinoamericana) El sacerdote presentará la víctima en el altar, le retorcerá la cabeza y la quemará sobre el altar; la sangre la exprimirá sobre la pared del altar. La Biblia Textual 3a Edicion El sacerdote la acercará al altar, y de una uñada° le cortará la cabeza, la cual dejará consumir sobre el altar. Después exprimirá su sangre sobre la pared del altar, Biblia Serafín de Ausejo 1975 El sacerdote llevará la víctima al altar, le retorcerá el cuello y le arrancará la cabeza, que quemará sobre el altar. Su sangre será exprimida sobre las paredes del altar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el sacerdote la ofrecerá sobre el altar, y le quitará la cabeza y la quemará sobre el altar; y su sangre será exprimida sobre la pared del altar. |
1 (2) Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¡Tan lejos te mantienes que no vienes en mi ayuda ni escuchas mis gritos de dolor!
»Dios quiso humillarlo y hacerlo sufrir, y el fiel servidor ofreció su vida como sacrificio por nosotros. Por eso, él tendrá una vida muy larga, llegará a ver a sus descendientes, y hará todo lo que Dios desea.
Pero ustedes tienen al Espíritu Santo, que Cristo puso en ustedes. Por eso no necesitan que nadie les enseñe, pues el Espíritu de Dios les enseña todo; y lo que él enseña no es mentira, sino la verdad. Por eso, sigan las enseñanzas del Espíritu Santo, y manténganse siempre unidos a Cristo.
Y eso fue lo que ocurrió. Al día siguiente muy temprano, cuando Gedeón se levantó, exprimió la lana y sacó tanta agua que llenó un tazón.