Y es que Cristo no me mandó a bautizar, sino a anunciar la buena noticia. Y no me mandó a anunciarla con palabras elegantes. Si yo hago que la gente se fije más en mí que en Cristo, su muerte en la cruz no servirá de nada.
Jueces 3:31 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual El siguiente jefe fue Samgar hijo de Anat, quien tomó un palo con punta de hierro y mató a seiscientos filisteos. De esa manera salvó al pueblo de Israel. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Después de él fue Samgar hijo de Anat, el cual mató a seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también salvó a Israel. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de Aod fue Samgar, hijo de Anat, quien rescató a Israel. En una ocasión mató a seiscientos filisteos con una aguijada para bueyes. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de él surgió Samgar, hijo de Anat. Venció a seiscientos hombres de los filisteos con una picana de bueyes; él también fue un libertador de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Después de éste fue Samgar ben Anat, el cual hirió a seiscientos hombres de los filisteos con una quijada de buey; y él también libró a Israel. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le sucedió Sangar, hijo de Anat, quien derrotó a seiscientos filisteos con una aguijada de bueyes. También él salvó a Israel. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Después de este fue Samgar hijo de Anat, el cual hirió seiscientos hombres de los filisteos con una aguijada de bueyes; y él también libró a Israel. |
Y es que Cristo no me mandó a bautizar, sino a anunciar la buena noticia. Y no me mandó a anunciarla con palabras elegantes. Si yo hago que la gente se fije más en mí que en Cristo, su muerte en la cruz no servirá de nada.
Dios les respondió: —Yo los libré de los egipcios, de los amorreos, de los amonitas y de los filisteos, ¿no es verdad?
Los amonitas se prepararon para la guerra y acamparon en Galaad. Los israelitas, por su parte, se reunieron y acamparon en Mispá.
Entonces Dios se enfureció contra los israelitas, y dejó que los filisteos y los amonitas los dominaran.
Luego encontró una quijada de burro que todavía no estaba seca, y con ella mató a muchos filisteos.
Después de la muerte de Ehud, los israelitas volvieron a pecar contra Dios.
»En la época de Samgar y de Jael, eran muy peligrosos los caminos, la gente andaba por veredas angostas;
»Dios mío, cuando nos enviaste la guerra por haber adorado a otros dioses, de entre cuarenta mil soldados no se levantó ningún valiente.
»Sin embargo, ellos se olvidaron de su Dios. Por eso él permitió que los dominaran Sísara, el jefe del ejército de Hasor, los filisteos y el rey de Moab.
»Todos los que están aquí se darán cuenta de que es Dios quien da la victoria en las batallas. Dios nos dará la victoria sobre ustedes, ¡y así sabrán que para triunfar, Dios no necesita de espadas ni de flechas!
Enseguida corrió David y se paró sobre Goliat, le quitó su espada y, de un solo golpe, le cortó la cabeza. Así fue como, sin tener una espada, David venció al filisteo. Lo mató con solo una honda y una piedra. Cuando los filisteos vieron muerto a su poderoso guerrero, salieron corriendo.
Un día, los israelitas salieron a pelear contra los filisteos, y acamparon en Eben-ézer. Los filisteos, por su parte, acamparon en Afec