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Jueces 19:18 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

El hombre le contestó: —Venimos de Belén de Judá. Pasamos por aquí porque estamos volviendo a la parte más apartada de las montañas de Efraín, donde vivimos. Pero nadie nos ha invitado a pasar la noche en su casa.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a la parte más remota del monte de Efraín, de donde soy; y había ido a Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

—Regresamos de Belén, en Judá —le contestó el hombre—, y vamos hacia una zona remota de la región montañosa de Efraín, donde yo vivo. Viajé a Belén y ahora voy de regreso a mi hogar. Pero nadie nos ha invitado a su casa para pasar la noche,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Este respondió: 'Venimos de Belén de Judá y vamos a los confines de la montaña de Efraín, porque yo soy de allá. Fui hasta Belén de Judá y me vuelvo a mi casa, pero nadie me ha recibido en la suya.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y le contestó: Estamos de paso desde Bet-léhem de Judá hacia los confines de la serranía de Efraín. De allí soy, y voy a Bet-léhem de Judá, y ahora voy a la Casa de YHVH,° pero no hay quien me reciba en su casa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Y le respondió: 'Estamos de paso. Vamos de Belén de Judá hacia los confines de la montaña de Efraín, de donde soy. He ido a Belén y ahora vuelvo a mi casa. Pero no hay quien me ofrezca la suya.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y él respondió: Pasamos de Belén de Judá a los lados del monte de Efraín, de donde yo soy; y partí hasta Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa,

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Lòt tradiksyon



Jueces 19:18
12 Referans Kwoze  

No me dejes morir entre gente pecadora; no me quites la vida junto con gente asesina,


Con los amigos, guarda tu distancia; visitarlos demasiado ya es molestia.


Al que no se mantenga unido a mí, le pasará lo mismo que a las ramas que no dan fruto: las cortan, las tiran y, cuando se secan, les prenden fuego.


Cuando los israelitas terminaron de conquistar la tierra, se reunieron todos en Siló. Allí levantaron el santuario, donde se reunían con Dios.


Había también en ese tiempo un joven de la tribu de Leví, que vivía como extranjero en Belén de Judá.


La imagen de Micaías estuvo allí todo el tiempo que el santuario de Dios permaneció en Siló.


Cuando el anciano vio al viajero sentado en la plaza, le preguntó: —¿De dónde vienes? ¿A dónde vas?


Tenemos de todo: paja y pasto para los burros, y pan y vino para nosotros tres.


Al cuarto día se levantaron de madrugada, y el hombre se preparó para viajar, pero su suegro le sugirió: «Come algo antes de irte, aunque sea un poco de pan. Te hará bien».


Los israelitas fueron a Betel para consultar a Dios. Querían saber cuál tribu debía ser la primera en atacar a los de Benjamín, y Dios les contestó que la de Judá iría primero.


Cada año Elcaná y su familia salían de su pueblo para ir al santuario de Siló. Allí adoraban al Dios todopoderoso y presentaban ofrendas en su honor. Allí también trabajaban dos hijos del sacerdote Elí, llamados Hofní y Finees.