Si tanto te urgía volver a la casa de tu padre, no tenías por qué robarte mis dioses.
Jueces 18:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Micaías les contestó: —¿Cómo se atreven a preguntarme qué me pasa? ¡Ustedes me han robado las imágenes que hice, se han llevado a mi sacerdote y me han dejado sin nada! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Él respondió: Tomasteis mis dioses que yo hice y al sacerdote, y os vais; ¿qué más me queda? ¿Por qué, pues, me preguntáis qué me pasa? Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Cómo me preguntan: “¿Qué te pasa?”? —contestó Micaía—. ¡Ustedes se han llevado todos los dioses que yo hice y a mi sacerdote, y no me queda nada! Biblia Católica (Latinoamericana) Les respondió: '¡Ustedes me quitaron los dioses que me había hecho, tomaron a mi sacerdote y se fueron! ¡No me queda nada! Y todavía me preguntan ¿qué pasa?' La Biblia Textual 3a Edicion Y él contestó: Habéis tomado mis dioses que hice, y al sacerdote, y os habéis marchado, ¿y qué es lo que me queda? ¿Y todavía me preguntáis qué me sucede? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió él: 'Os habéis apoderado del dios que yo fabriqué y de mi sacerdote, y os vais. ¿Qué me queda a mí? ¿Cómo podéis decir: qué te pasa?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él respondió: Habéis llevado mis dioses que yo hice, y al sacerdote, y os fuisteis: ¿Qué más me queda? ¿Y a qué propósito me decís: Qué tienes? |
Si tanto te urgía volver a la casa de tu padre, no tenías por qué robarte mis dioses.
Pero Raquel había puesto los ídolos bajo la montura del camello, y se había sentado sobre ellos, por eso le dijo a su padre: «No se enoje si no me levanto, pero es que estoy con mi menstruación». Y así, aunque Labán buscó y rebuscó por toda la tienda, no pudo encontrar sus ídolos. Al verlo buscar por todos lados,
Dios se enojó mucho con Amasías, y envió un profeta con este mensaje para él: «¿Cómo es posible que ahora adores a dioses que no pudieron vencerte a ti cuando atacaste al pueblo que los adoraba?»
»La gente es estúpida, no sabe nada; los ídolos son una vergüenza para quienes los fabrican. Esas imágenes son un engaño; por supuesto, no tienen vida.
Pero, según hemos visto y oído, este hombre llamado Pablo ha estado alborotando a la gente de Éfeso y de toda la provincia de Asia. Según él, los dioses que nosotros hacemos no son dioses de verdad, y mucha gente le ha creído.
Los reyes del mundo se unieron a ella para adorar a dioses falsos, y la gente del mundo hizo lo mismo.»
Micaías pensaba que, teniendo como sacerdote a un descendiente de Leví, Dios lo ayudaría y todo le saldría bien.
quien había hecho un altar en su casa; allí tenía otras imágenes y una túnica sacerdotal, y había nombrado sacerdote a uno de sus hijos.
Cuando los de Dan oyeron los gritos, se dieron vuelta y le preguntaron a Micaías: —¿Qué te pasa? ¿A qué vienen tantos gritos?
Entonces los de Dan le contestaron: —¡Cuidado con lo que dices! ¡No nos levantes la voz! Algunos de nosotros podríamos perder la paciencia y atacarte, y morirías tú y tu familia.