Pero levántate y entra en la ciudad, que allí sabrás lo que tienes que hacer.
Jueces 13:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces Manoa le rogó a Dios: «¡Dios mío, que venga otra vez ese hombre que mandaste! ¡Que nos enseñe lo que debemos hacer con el hijo que nacerá!» Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Manoa oró al Señor diciendo: «Señor, te pido que el hombre de Dios vuelva a nosotros y nos dé más instrucciones acerca del hijo que nacerá». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Manoa le suplicó a Yavé: '¡Por favor, Señor! Que el hombre de Dios que enviaste venga de nuevo a vernos para decirnos cómo hay que actuar con el niño que va a nacer'. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Manoa imploró a YHVH, y dijo: Ah, Señor mío, te ruego que venga de nuevo a nosotros aquel varón de Dios que enviaste, y nos instruya qué haremos con el niño que ha de nacer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Manóaj invocó a Yahveh, diciendo: 'Por favor, Señor mío: que el hombre de Dios que enviaste venga de nuevo a nosotros, para que nos indique lo que debemos hacer con el niño que nazca'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Manoa oró a Jehová, y dijo: Oh, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que tú enviaste venga otra vez a nosotros y nos enseñe lo que debemos hacer con el niño que ha de nacer. |
Pero levántate y entra en la ciudad, que allí sabrás lo que tienes que hacer.
Manoa se levantó y acompañó a su esposa hasta donde estaba el hombre, y le preguntó: —¿Eres tú quien habló con mi esposa el otro día? El hombre le respondió que sí,
pero un día un ángel se le apareció y le dijo: «Aunque no has podido tener hijos, porque eres estéril, ahora vas a quedar embarazada y tendrás un varón.
La mujer fue a contárselo a su esposo: —Un hombre de Dios vino a donde yo estaba, y me impresionó tanto que no me atreví a preguntarle cómo se llamaba, ni él me dijo de dónde venía. Su cara era como la de un ángel.
Lo que me dijo fue esto: “Vas a quedar embarazada, y tendrás un varón. Desde que nazca hasta que muera, será dedicado a Dios como nazireo. Por eso, no bebas vino ni otras bebidas fuertes, ni comas comida impura”.
Dios hizo lo que Manoa le pidió, y mandó otra vez al ángel, el cual se le apareció a la mujer cuando ella estaba en el campo. Como Manoa no estaba allí,