Jueces 11:39 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Pasados los dos meses, regresó a donde estaba su padre, quien cumplió con ella la promesa que había hecho. Y ella murió sin haberse casado. De ahí comenzó la costumbre Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pasados los dos meses volvió a su padre, quien hizo de ella conforme al voto que había hecho. Y ella nunca conoció varón. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando volvió a su casa, su padre cumplió el voto que había hecho, y ella murió virgen. Así que se hizo costumbre en Israel Biblia Católica (Latinoamericana) Al cabo de dos meses volvió donde su padre y cumplió con ella la promesa que había hecho. No había conocido varón. Desde entonces es costumbre en Israel La Biblia Textual 3a Edicion Y sucedió que pasados los dos meses volvió a su padre, el cual cumplió con ella el voto que había hecho, y ella nunca conoció varón. Y se hizo costumbre en Israel Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al cabo de los dos meses, regresó adonde su padre, el cual dio con ella cumplimiento a su voto. Ella no había conocido varón. Por eso es costumbre en Israel Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que pasados los dos meses ella volvió a su padre, quien hizo con ella conforme a su voto que había hecho. Y ella nunca conoció varón. Y se hizo costumbre en Israel, |
Jeremías compuso un canto que expresaba su gran tristeza por la muerte de Josías. Lo mismo hicieron los cantores y cantoras; y hasta el momento en que esto se escribió, era costumbre en Israel recordar a Josías con esas canciones tan tristes. La letra de estas canciones está escrita en el «Libro de las lamentaciones».
Pero hay gente que me adora ofreciendo un toro en sacrificio, y después sale y mata a una persona. »Hay gente que me sacrifica una oveja y ofrece a los ídolos un perro. Hay gente que me presenta ofrendas de cereales y luego me ofende ofreciendo a los ídolos sangre de cerdos. Hay gente que me honra con incienso y luego bendice a un ídolo. »Esa gente hace lo que quiere, porque así lo ha decidido;
No se les ocurra hacer tal cosa, porque a Dios le repugna la manera en que esos pueblos adoran a sus dioses. ¡Hasta queman a sus propios hijos en sus altares!
yo te ofreceré como sacrificio a la primera persona de mi familia que salga a recibirme».
Su padre le dio permiso de hacerlo, y ella se fue a las montañas con sus amigas. Allí lloró y lamentó el haberse quedado soltera.
de todos los años, de que las jóvenes israelitas dedican cuatro días a hacer lamentos por la hija de Jefté.
y le hizo esta promesa: «Dios todopoderoso, yo soy tu humilde servidora. Mira lo triste que estoy. Date cuenta de lo mucho que sufro; no te olvides de mí. Si me das un hijo, yo te lo entregaré para que te sirva solo a ti todos los días de su vida. Como prueba de que te pertenece, nunca se cortará el cabello».
Pero Ana no quiso ir con ellos, y por eso le dijo a su marido: —Cuando el niño ya pueda comer solo, yo misma lo llevaré al santuario y se lo entregaré a Dios. Allí se quedará a vivir.
Por eso ahora se lo entrego, para que le sirva todos los días de su vida». Y todos ellos adoraron a Dios.
El niño Samuel, por el contrario, servía fielmente a Dios. Samuel se vestía con ropa de lino, como los sacerdotes.