24 (25) Me diste mi recompensa porque hago lo que quieres, porque tú sabes que yo hago lo que es justo.
Jueces 1:33 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Tampoco los de la tribu de Neftalí pudieron echar a los cananeos que vivían en Bet-semes y Bet-anat, así que estos siguieron allí, pero obligados a trabajar para los de Neftalí. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Tampoco Neftalí arrojó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; mas le fueron tributarios los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat. Biblia Nueva Traducción Viviente Asimismo, la tribu de Neftalí no logró expulsar a los habitantes de Bet-semes ni a los de Bet-anat. Así que Neftalí se estableció entre los cananeos, quienes controlaban la tierra. Sin embargo, los habitantes de Bet-semes y los de Bet-anat fueron obligados a trabajar como esclavos para la gente de Neftalí. Biblia Católica (Latinoamericana) Neftalí no echó a los habitantes de Bet-Seán ni a los de Bet-Anat: vivió pues en medio de los cananeos que habitan en la región, pero impuso trabajos forzados a los habitantes de Bet-Semés y de Bet-Anat. La Biblia Textual 3a Edicion Neftalí tampoco quiso expulsar a los que habitaban en Bet-semes,° ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que habitó en medio del cananeo que habitaba en la tierra, aunque los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat le fueron tributarios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tampoco Neftalí expulsó a los habitantes de Bet Semes ni a los de Bet Anat, y continuó viviendo en medio de los cananeos que habitaban en esta región; no obstante, los habitantes de Bet Semes y de Bet Anat fueron sometidos a tributo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tampoco Neftalí echó a los que habitaban en Bet-semes, ni a los que habitaban en Bet-anat, sino que moró entre los cananeos que habitaban en la tierra; sin embargo los moradores de Bet-semes y los moradores de Bet-anat les fueron tributarios. |
24 (25) Me diste mi recompensa porque hago lo que quieres, porque tú sabes que yo hago lo que es justo.
Hacia el oeste de Baalá, la frontera llegaba hasta el monte de Seír, pasaba por Quesalón, por el lado norte del monte Jearim, y bajaba hasta Bet-semes, pasando por Timná.
Los de Zabulón tampoco pudieron echar a los cananeos que vivían en Quitrón y en Nahalal, así que estos siguieron allí, pero obligados a trabajar para los de Zabulón.
Los de la tribu de Dan tuvieron que retroceder a las montañas porque los amorreos no los dejaron bajar a la llanura.
Así que los amorreos se quedaron en Jeres, Aialón y Saalbim. Tiempo después, los de Efraín y de Manasés se hicieron más poderosos y obligaron a los amorreos a trabajar para ellos.