”¿Pero acaso no sabes, Senaquerib, que fui yo quien te permitió hacerlo? Desde los tiempos antiguos he planeado lo que ahora sucede. Por eso destruyes ciudades fortificadas y las transformas en un montón de escombros.
Josué 8:28 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Luego Josué ordenó que se prendiera fuego a la ciudad de Ai, hasta dejarla en ruinas, como todavía puede verse. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y Josué quemó a Hai y la redujo a un montón de escombros, asolada para siempre hasta hoy. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego Josué incendió la ciudad de Hai, la cual se convirtió en un montón de ruinas y aún sigue desolada hasta el día de hoy. Biblia Católica (Latinoamericana) Josué quemó Aí y la convirtió en un montón de ruinas para siempre, como se la ve todavía hoy. La Biblia Textual 3a Edicion Luego Josué incendió a Hai y la redujo para siempre a un montón de ruinas, desolación que se mantiene hasta hoy. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Éste incendió Ay y la convirtió en un perpetuo montón de ruinas hasta el día de hoy. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Josué quemó a Hai y la redujo a un montón perpetuo, asolado hasta hoy. |
”¿Pero acaso no sabes, Senaquerib, que fui yo quien te permitió hacerlo? Desde los tiempos antiguos he planeado lo que ahora sucede. Por eso destruyes ciudades fortificadas y las transformas en un montón de escombros.
Mensaje de Dios contra Damasco: «La ciudad de Damasco dejará de existir; quedará hecha un montón de ruinas.
Has destruido las fortalezas de nuestros enemigos, has dejado las ciudades hechas un montón de ruinas. ¡Nunca más serán reconstruidas!
»Ya se acerca el día en que haré que se escuchen gritos de guerra en la ciudad de Rabá, que está en el territorio de Amón. Tanto Rabá como las ciudades vecinas arderán en llamas y quedarán en ruinas, y entonces Israel echará de allí a todos los que le robaron su tierra.
»¡Vengan de todas partes y ataquen a Babilonia! ¡Abran sus depósitos de trigo y llévense todo ese grano! ¡Amontonen lo que encuentren y destrúyanlo todo! ¡Que no le quede nada!
11 (10) Destruiré las ciudades de Judá, y las dejaré sin gente. Dejaré a la ciudad de Jerusalén hecha un montón de ruinas. ¡En ese lugar vivirán solo los perros salvajes!»
»¡Por culpa de ustedes mi templo será derribado! ¡Por culpa de ustedes Jerusalén quedará en ruinas, y el monte de Sión se cubrirá de maleza!»
Josué también colocó doce piedras en el Jordán, en el lugar donde habían estado los sacerdotes que llevaban el cofre del pacto. Esas piedras todavía están allí.
También mandó que colgaran de un árbol el cuerpo del rey de Ai, y allí lo dejó hasta el anochecer. A esa hora mandó que bajaran el cuerpo, y que lo tiraran a la entrada de la ciudad. Después lo cubrieron con un montón de piedras, las cuales todavía están allí.