y bendijo a Abram, diciéndole: «Abram, que te bendiga el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra.
Josué 22:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Ustedes regresan ahora con muchas riquezas. Les han quitado a sus enemigos vacas, ovejas, oro, plata, bronce, hierro y gran cantidad de ropa. Compartan todo eso con sus familiares. »Le pido a Dios que los bendiga y los trate bien. Pueden regresar a sus tierras». Las tribus de Rubén y de Gad dejaron a los demás israelitas en Siló, en la región de Canaán, y regresaron a sus territorios. Se fueron a la región de Galaad, que habían conquistado por una orden de Dios recibida a través de Moisés. Moisés ya le había asignado tierras a media tribu de Manasés en Basán, al este del río Jordán. Josué, por su parte, le asignó tierras a la otra mitad de Manasés, al oeste del Jordán, por lo que ellos se quedaron en Siló con el resto de los israelitas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y bendiciéndolos, Josué los despidió, y se fueron a sus tiendas. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Josué los bendijo y los despidió, y ellos volvieron a sus hogares. Biblia Católica (Latinoamericana) Josué los bendijo, luego los despidió y retornaron a sus hogares. La Biblia Textual 3a Edicion Y los bendijo Josué, y los despidió, y se fueron a sus tiendas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego Josué los bendijo y los despidió, y ellos partieron hacia sus tiendas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y bendiciéndolos Josué, los envió, y ellos se fueron a sus tiendas. |
y bendijo a Abram, diciéndole: «Abram, que te bendiga el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra.
Luego José llevó a su padre ante el rey. Jacob lo saludó con mucho respeto,
y a cada uno de los presentes le dio un pan de harina, uno de dátiles y otro de pasas. Después de eso, todos se fueron a su casa.
También David se fue a su casa, y al llegar empezó a bendecir a su familia. Pero Mical le dijo: —¡Hoy has hecho el ridículo! No te has portado a la altura de un rey. Con los saltos que dabas, hasta la última de tus sirvientas te vio el trasero. ¡Realmente te has portado como una persona vulgar y sin vergüenza!
Después que terminó la fiesta, el rey despidió al pueblo. Ellos bendijeron a Salomón, y se fueron a sus casas. Iban muy contentos por todo lo bueno que Dios le había hecho a David y a su pueblo Israel.
Muchos de los que pertenecían a las tribus de Efraín, de Manasés, de Isacar y de Zabulón no se habían preparado para la Pascua, pero de todos modos participaron de la comida de la fiesta. Entonces Ezequías le pidió a Dios que los perdonara. Le dijo: «Dios, tú eres bueno, y por eso te pido que perdones a todos estos,
Simeón los bendijo, y le dijo a María: «Dios envió a este niño para que muchos en Israel se salven, y para que otros sean castigados. Él será una señal de advertencia, y muchos estarán en su contra.
Jesús fue con sus discípulos hasta Betania. Allí, levantó sus manos y los bendijo.
Josué bendijo a Caleb, y a él y a sus descendientes les dio el territorio de Hebrón.
Luego Josué despidió al pueblo y cada uno se volvió a su propio territorio.
Luego Samuel les explicó cuáles eran los derechos del rey, y los escribió en un libro que puso en el santuario de Dios. Después de eso, Samuel les dijo que regresaran cada uno a su casa.
En el segundo año de su reinado eligió a tres mil hombres de Israel para formar su propio ejército. De ellos, dos mil estaban con él en Micmás y en las colinas de Betel, y los otros mil estaban con su hijo Jonatán en Guibeá de Benjamín. Al resto de los israelitas los mandó de vuelta a su casa.
En una de esas ocasiones, Elí bendijo a Elcaná y a Ana y les dijo: «Ya que han puesto a Samuel al servicio de Dios, que Dios les conceda tener más hijos».