La respuesta amable calma el enojo; la respuesta grosera lo enciende más.
Josué 22:21 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces las dos tribus y media respondieron: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manasés respondieron y dijeron a los cabezas de los millares de Israel: Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces la gente de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés les respondieron a esos líderes, cabezas de los clanes de Israel: Biblia Católica (Latinoamericana) La gente de Rubén, de Gad y de la media tribu de Manasés respondieron a los jefes de los clanes de Israel: La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los hijos de Rubén, los hijos de Gad y la media tribu de Manasés respondieron y hablaron a las cabezas de los millares de Israel: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los rubenitas, los gaditas y la mitad de la tribu de Manasés respondieron a los jefes de los clanes de Israel: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, respondieron y dijeron a los principales de la multitud de Israel: |
La respuesta amable calma el enojo; la respuesta grosera lo enciende más.
2 (5.1) »Pero tú, Belén Efrata, entre los pueblos de Judá eres un pueblo pequeño, pero llegarás a ser muy importante. En ti nacerá un rey de familia muy antigua, que gobernará sobre Judá.
Mis queridos hermanos, pongan atención a esto que les voy a decir: todos deben estar siempre dispuestos a escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho.
No se olviden nunca del caso de Acán, hijo de Zérah, que se guardó algo que debía haber destruido, y todo el pueblo israelita fue castigado. ¡Acán no fue el único que murió por su pecado!
—¡Nuestro Dios es el más poderoso de todos los dioses! ¡Él sabe por qué hicimos esto, y queremos que ustedes lo sepan también! Si hemos levantado este altar por rebeldía, o para apartarnos de Dios, no nos perdonen la vida. Que Dios nos castigue si lo hemos construido para presentar nuestras ofrendas.
Honren a Cristo como Señor, y estén siempre dispuestos a explicarle a la gente por qué ustedes confían en Cristo y en sus promesas.