6 (7) Dios mío, ¡rómpele los dientes a esa gente!, ¡rómpeles los colmillos a esos leones!
Jeremías 8:17 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Dios volvió a decirles a los israelitas: «¡Voy a enviarles serpientes venenosas! Cuando los muerdan, ni la magia podrá salvarlos». Entonces yo, Jeremías, dije: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides contra los cuales no hay encantamiento, y os morderán, dice Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Enviaré estas tropas enemigas entre ustedes como serpientes venenosas a las que no pueden encantar. Los morderán y ustedes morirán. ¡Yo, el Señor, he hablado!». Biblia Católica (Latinoamericana) Voy a mandarles a ustedes serpientes venenosas, contra las que no exista encantamiento; que los morderán sin remedio, dice Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Yo envío contra vosotros serpientes venenosas, Contra las que no valdrá el encantamiento, Y os morderán mortalmente, dice YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues mirad: yo envío contra vosotros serpientes venenosas contra las que no hay conjuro y os morderán -oráculo de Yahveh-. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, áspides, contra las cuales no hay encantamiento; y os morderán, dice Jehová. |
6 (7) Dios mío, ¡rómpele los dientes a esa gente!, ¡rómpeles los colmillos a esos leones!
¿De qué te sirve tener un encantador de serpientes, si la serpiente te muerde antes de ser encantada?
«Pueblo filisteo, ya ha muerto el rey de Asiria que tanto te maltrató. Pero no cantes victoria, pues ese país se convertirá en tu peor enemigo; será peor que una serpiente venenosa.
Ese día sabrán lo que sienten los que huyen de un león y se encuentran con un oso. Ese día sabrán lo que sienten los que entran en su casa y los muerde una serpiente al apoyarse en la pared.
Tal vez se escondan en lo más alto del monte Carmelo, pero yo mismo iré a buscarlos y de allí los voy a sacar. Tal vez se escondan de mi vista en lo más profundo del mar, pero yo mandaré una serpiente para que los muerda.
Entonces Dios les mandó serpientes venenosas, para que los mordieran. La gente que era mordida se moría, y fueron muchos los que murieron.
El hambre y la enfermedad pondrán fin a su vida. Lanzaré contra ustedes animales salvajes y serpientes venenosas.
Las colas de los caballos parecían serpientes, y con sus cabezas herían a la gente. Es decir, los caballos tenían poder en el hocico y en la cola.