Este templo no será más que un montón de ruinas y todos los que pasen a su lado se asombrarán y se burlarán, diciendo: “¿Por qué Dios ha hecho esto con Israel y con este templo?”
Jeremías 52:13 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Nebuzaradán incendió el templo de Dios, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén, en especial las de los líderes más importantes. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y destruyó con fuego todo edificio grande. Biblia Nueva Traducción Viviente Quemó por completo el templo del Señor, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. Destruyó todos los edificios importantes de la ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) Incendió el Templo de Yavé, el palacio real y todas las casas de Jerusalén. La Biblia Textual 3a Edicion Y quemó la Casa de YHVH, y la casa real, y todas las casas de Jerusalem. Y destruyó con fuego todo edificio grande. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Incendió el templo, el palacio del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió fuego también a todas las casas importantes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y le prendió fuego a todo grande edificio. |
Este templo no será más que un montón de ruinas y todos los que pasen a su lado se asombrarán y se burlarán, diciendo: “¿Por qué Dios ha hecho esto con Israel y con este templo?”
Nebuzaradán incendió el templo de Jerusalén, el palacio del rey y las casas de la ciudad, en especial las de los líderes más importantes.
Luego derribó la muralla de Jerusalén, les prendió fuego al templo de Dios y a los palacios, y destruyó todos los objetos de valor.
1 (1b) Dios nuestro, naciones enemigas nos han invadido, han entrado en tu santo templo y han dejado en ruinas a Jerusalén.
No permitiré que se me adore en las casas de Jerusalén ni en los palacios de los reyes de Judá, pues en sus azoteas se quemó incienso para adorar a las estrellas de los cielos, y también ofrendaron bebidas a otros dioses. Ni en el santuario de Tófet ni en esos lugares permitiré que me adoren”».
Ya me cansé de tratar con bondad a esta ciudad. La voy a destruir. Se la entregaré al rey de Babilonia, para que la destruya con fuego. Les juro que así lo haré”.
Pero yo les daré su merecido: Le prenderé fuego a su bosque, y ese fuego destruirá todo lo que hay a su alrededor. Les juro que así lo haré”».
El ejército babilonio atacará a Jerusalén, y les prenderá fuego a todas esas casas donde se quemaba incienso para adorar al dios Baal, y donde se presentaban ofrendas de vino en honor de los dioses falsos. Todo eso lo hacían para ofenderme.
Yo haré que los babilonios vuelvan a atacar a Jerusalén; ¡dejaré que se apoderen de ella, y que la quemen! La destrucción de las ciudades de Judá será total, ¡nadie podrá volver a vivir en ellas!»
»Todas las mujeres y los hijos de Su Majestad caerán bajo el poder de los babilonios, y la ciudad será quemada. ¡Ni siquiera usted logrará escapar!
Pero no importa, de noche la atacaremos, y destruiremos sus torres fortificadas».
Por eso, aunque este templo es mi casa, y ustedes han puesto en él su confianza, yo lo destruiré como destruí el santuario de Siló. Yo les di este templo a ustedes y a sus antepasados,
El llanto por los muertos se oye por todo Judá. Dios parece nuestro enemigo, pues ha acabado con nosotros. ¡Todas sus fortalezas y palacios han quedado en ruinas!
Como quien derriba una choza, Dios destruyó su templo. Ya nadie en Jerusalén celebra los sábados ni los días de fiesta. Dio rienda suelta a su enojo contra el rey y los sacerdotes.
Incitó al ejército enemigo a conquistar Jerusalén, y el enemigo gritó en su templo como si estuviera de fiesta. ¡Dios ha rechazado por completo su altar y su santuario!
Todos los muros y las rampas son ahora un montón de escombros. Dios decidió derribar el muro que protegía a Jerusalén. Todo lo tenía planeado; ¡la destruyó sin compasión!
y que les prenda fuego a tus casas. Así cumplirán tus amigas la sentencia contra ti, delante de muchas otras naciones. Solo así dejarás de portarte como una prostituta, y ya no les darás tus riquezas a los ídolos de esas naciones.
Me ordenó decirles de su parte lo siguiente: “Israelitas, ustedes se sienten muy orgullosos de mi templo. Pero aunque lo quieren y lo admiran, yo voy a destruirlo. Y voy a dejar que maten a los hijos y a las hijas de ustedes que se quedaron en Jerusalén.
»Por eso les prenderé fuego a las ciudades de Judá, y dejaré hechos cenizas los palacios de Jerusalén».
»Tomen esto en cuenta: Yo, el Dios de Israel, voy a destruir por completo todas las casas, ¡grandes y pequeñas!
»¡Por culpa de ustedes mi templo será derribado! ¡Por culpa de ustedes Jerusalén quedará en ruinas, y el monte de Sión se cubrirá de maleza!»
Entonces él les dijo: «¿Ven ustedes todos estos edificios? Les aseguro que todos ellos serán destruidos. ¡Ni una sola pared quedará en pie!»