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Jeremías 51:45 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

»Ustedes, pueblo mío, no tengan miedo ni se desanimen por los rumores que se escuchan; todos los años hay nuevos rumores, abunda la violencia en el país, y todos los gobernantes se pelean. ¡Salgan ya de Babilonia, y pónganse a salvo de mi enojo!

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida del ardor de la ira de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

»Sal, pueblo mío, huye de Babilonia. ¡Sálvense! Huyan del terrible enojo del Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

salgan de allí, pueblo mío! ¡Que cada uno de ustedes salve su vida ante el fuego de la cólera de Yavé!

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La Biblia Textual 3a Edicion

¡Salid de en medio de ella, pueblo mío!° ¡Ponte a salvo de la ardiente ira de YHVH!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Sal, pueblo mío, de en medio de ella y salve cada uno su vida de la ira furibunda de Yahveh.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su alma de la ira del furor de Jehová.

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Lòt tradiksyon



Jeremías 51:45
13 Referans Kwoze  

Isaías les dijo a los israelitas: «¡Salgan ya de Babilonia, huyan de ese país! ¡Anuncien su liberación con gritos de alegría! Griten por todas partes: “¡Dios ha puesto en libertad a Israel, su fiel servidor!”


»Ahora escuchen a la gente que ha escapado de Babilonia; óiganlos hablar de mi venganza: “¡Dios acabó con los babilonios porque ellos destruyeron su templo!”


»Pueblo mío, ¡salgan ya de Babilonia! ¡Escápense de ese país! ¡Corran al frente de los que huyen!


»Ustedes, los de Judá, que escaparon con vida cuando Jerusalén fue conquistada, y ahora viven en lejanas tierras, ¡salgan ya de Babilonia! Aunque vivan lejos, recuérdenme, y no se olviden nunca de Jerusalén.


»¡Salgan ya de Babilonia! ¡Sálvese quien pueda! ¡No tienen por qué morir por culpa de los babilonios! Finalmente ha llegado la hora en que voy a vengarme de ellos. ¡Voy a darles su merecido!


»Algunas naciones quisieron sanarla, pero no lo consiguieron. Eran tantos sus pecados que llegaban hasta el cielo, ¡más allá de las nubes!


Y Moisés le dijo a todo el pueblo: «Aléjense de las tiendas de esos malvados, y ni siquiera toquen lo que les pertenece. No sea que por su culpa mueran también ustedes».


Pedro siguió hablando a la gente con mucho entusiasmo. Les dijo: «Sálvense del castigo que les espera a todos los malvados.»


Por eso, el Señor también dice: «Apártense de ellos. No toquen nada impuro, y yo los aceptaré.


Entonces oí otra voz del cielo, que decía: «Ustedes son mi pueblo. Salgan de Babilonia, y no pequen como ella, para que no caigan sobre ustedes las terribles plagas que le vendrán.