A la mujer le dijo: «Cuando tengas tus hijos, ¡haré que los tengas con muchos dolores! A pesar de todo, desearás tener hijos con tu esposo, y él será quien te domine».
Jeremías 49:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Los habitantes de Damasco se han quedado sin fuerzas; quieren huir, pero les tiemblan las piernas; se retuercen de angustia y dolor, como si fueran mujeres a punto de tener su primer hijo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor y angustia, y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. Biblia Nueva Traducción Viviente Damasco se volvió débil, y toda la gente trató de huir. El miedo, la angustia y el dolor se han apoderado de ella como a una mujer en trabajo de parto. Biblia Católica (Latinoamericana) Damasco, acobardado, se dispone a huir, el terror la invade. La Biblia Textual 3a Edicion Damasco se debilita, Y se apresta para huir, El temblor se ha apoderado de ella. Dominada por la angustia y los dolores, Como de mujer parturienta. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Acobardada se halla Damasco, emprende la huida. El pánico se apodera de ella, angustia y dolores la toman como a la parturienta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Languideció Damasco, se volvió para huir, y el temor se apoderó de ella: angustia y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto. |
A la mujer le dijo: «Cuando tengas tus hijos, ¡haré que los tengas con muchos dolores! A pesar de todo, desearás tener hijos con tu esposo, y él será quien te domine».
y se llenarán de miedo. Se retorcerán de dolor, como si fueran a tener un hijo. Se mirarán asombrados y en la cara se les verá el terror.
¿Por qué están pálidos los hombres? ¡Los veo retorcerse de dolor, como si fueran a tener un hijo! ¡Pregunten, y todos les dirán que los hombres no dan a luz!
«Escucho gritos de dolor. ¿Será acaso una mujer dando a luz por primera vez? No, no es eso; son los gritos de Jerusalén que ya no puede respirar, y a gritos pide ayuda. Con los brazos extendidos, dice: “¡Me estoy muriendo! ¡He caído en manos de asesinos!”»
Cuando llegue el momento, se apoderarán de sus ciudades, y entonces sus guerreros, asustados, temblarán como tiemblan las mujeres cuando van a tener un hijo.
El enemigo se lanzará al ataque con la rapidez de las águilas; atacará con las alas abiertas, y cubrirá la ciudad de Bosrá. Ese día, los soldados edomitas temblarán como tiemblan las mujeres cuando van a tener un hijo».
¡Atáquenlos! ¡Quítenles todo! ¡Quítenles sus carpas y sus ovejas! ¡Quítenles sus camellos y sus cosas de valor! Asústenlos con este grito: “¡Hay terror por todas partes!”
»Los elamitas temblarán de miedo cuando se enfrenten a sus enemigos, y ellos los destruirán por completo. Yo estoy muy enojado con ellos, así que les enviaré terribles castigos. Haré que haya guerra entre ellos, hasta que nadie quede con vida.
El rey de Babilonia lo sabe, y se muere de miedo; se retuerce de angustia.
El pueblo respondió: «Nos ha llegado la noticia, y tenemos mucho miedo; es tanto nuestro sufrimiento que parecemos una mujer a punto de tener un hijo.
»¡Qué tonto eres, Israel! ¡Te pareces a esos niños que están a punto de nacer, pero que no se acomodan!
Porque los países pelearán unos contra otros, la gente no tendrá qué comer, y habrá terremotos en muchos lugares. Eso será solo el principio de todo lo que el mundo sufrirá.