Como ellos estaban muy enojados conmigo, mandaron que me golpearan en la espalda y que me encerraran en la casa del secretario Jonatán, la cual habían convertido en prisión.
Jeremías 39:15 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Recuerdo que cuando estuve preso en el patio de la guardia, Dios me dijo: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y había venido palabra de Jehová a Jeremías, estando preso en el patio de la cárcel, diciendo: Biblia Nueva Traducción Viviente El Señor le dio a Jeremías el siguiente mensaje cuando todavía estaba en prisión: Biblia Católica (Latinoamericana) Estando Jeremías detenido en el patio de la guardia, la palabra de Yavé le había sido dirigida de esta manera: La Biblia Textual 3a Edicion Y estando preso en el atrio de la guardia, la palabra de YHVH había llegado a Jeremías, diciendo: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras Jeremías estaba arrestado en el patio de la guardia, le había sido dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la palabra de Jehová había venido a Jeremías, estando preso en el patio de la cárcel, diciendo: |
Como ellos estaban muy enojados conmigo, mandaron que me golpearan en la espalda y que me encerraran en la casa del secretario Jonatán, la cual habían convertido en prisión.
Entonces el rey Sedequías ordenó que me encerraran en el patio de la guardia, y ordenó también que todos los días me llevaran pan fresco del que vendían en la calle de los Panaderos. Fue así como me dejaron encerrado en el patio de la guardia. Y todos los días me llevaban de comer, hasta que ya no hubo más pan en toda la ciudad.
y aquellos hombres tiraron de las sogas y me sacaron del pozo. A partir de ese momento, me quedé en el patio de la guardia.
Y yo me quedé en el patio de la guardia, viviendo como un prisionero, hasta el día en que Jerusalén fue conquistada.
ordenaron que me sacaran del patio de la guardia, y que me entregaran a un tal Guedalías, que era hijo de Ahicam y nieto de Safán. Como Guedalías me permitió regresar a mi casa, yo me quedé a vivir con la gente de la ciudad.
Por anunciar esa buena noticia sufro mucho y estoy en la cárcel; me tienen encadenado, como si fuera yo un criminal. Pero el mensaje de Dios no está encadenado.