Lo pusieron sobre una camilla, con toda clase de perfumes. Luego encendieron en su honor una gran hoguera, y lo enterraron en la tumba que él mismo había mandado hacer en la Ciudad de David, donde estaban enterrados sus antepasados.
Jeremías 34:5 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual sino que morirás en paz. Cuando mueras, la gente se pondrá muy triste y quemará incienso en tu honor, como lo hicieron con tus antepasados”». Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En paz morirás, y así como quemaron especias por tus padres, los reyes primeros que fueron antes de ti, las quemarán por ti, y te endecharán, diciendo, ¡Ay, señor! Porque yo he hablado la palabra, dice Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente sino que morirás en paz. La gente quemará incienso en tu memoria de la misma manera que lo hizo con tus antepasados, los reyes que te precedieron. Se lamentarán por ti llorando: “¡Ay, nuestro amo ha muerto!”. Esto es lo que he decretado, dice el Señor’”». Biblia Católica (Latinoamericana) Y así como se quemaron perfumes para tus antepasados, los reyes que gobernaron antes que tú, así también se quemarán en tu honor y se recitará por ti la lamentación '¡Ay, Señor!', pues soy yo quien lo afirma, dice Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion En paz morirás, y así como quemaron especias por tus padres, los reyes que fueron antes de ti, las quemarán por ti, y te endecharán y dirán: ¡Ay, señor! Lo he dicho Yo, dice YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 morirás en paz. Y, como se quemaron perfumes por tus padres, los reyes anteriores que te precedieron, así se quemarán por ti. Y entonarán por ti la lamentación: ¡Ay, Señor! Porque lo digo yo' -oráculo de Yahveh-. Biblia Reina Valera Gómez (2023) en paz morirás, y como quemaron especias por tus padres, los reyes primeros que fueron antes de ti, así las quemarán por ti, y te endecharán, diciendo: ¡Ay, señor! Porque yo he hablado la palabra, dice Jehová. |
Lo pusieron sobre una camilla, con toda clase de perfumes. Luego encendieron en su honor una gran hoguera, y lo enterraron en la tumba que él mismo había mandado hacer en la Ciudad de David, donde estaban enterrados sus antepasados.
”Por eso estoy enojado contigo. Cuando te mueras, nadie llorará por ti; ningún israelita se pondrá triste de que ya no seas su rey.
La sombra que nos protegía era nuestro rey; Dios mismo nos lo había dado. ¡Pero hasta él cayó prisionero!
¡Claro que no! Yo soy el Dios de Israel, y les juro que ese jefe de Judá morirá en Babilonia. Y morirá porque no supo cumplir su palabra, ¡porque no respetó el trato que hizo con el rey que lo dejó seguir reinando! »Cuando los babilonios ataquen a Jerusalén, y construyan rampas y escaleras para conquistar la ciudad, y maten a mucha gente, de nada le servirá el gran ejército que le mandó el rey de Egipto. ¡Ni siquiera ese jefe saldrá con vida!
Cuando el rey Nabucodonosor oyó esto, se arrojó al suelo con la intención de adorar a Daniel. Además, ordenó que le presentaran a Daniel ofrendas, como si Daniel fuera Dios.