Benaías respondió: —¡Así se hará! Y espero que el Dios de mi rey así lo apruebe.
Jeremías 28:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual —¡Qué bien, Hananías! ¡Quiera Dios hacer todo eso que ahora nos anuncias! Sería muy bueno que los babilonios devolvieran los utensilios del templo de Dios, y que volvieran acá todos los que fueron llevados prisioneros a Babilonia. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo el profeta Jeremías: Amén, así lo haga Jehová. Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los utensilios de la casa de Jehová, y todos los transportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar. Biblia Nueva Traducción Viviente Le dijo: «¡Amén! ¡Que tus profecías se vuelvan realidad! Espero que el Señor haga todo lo que tú dices. Espero que traiga de regreso los tesoros de este templo y a todos los cautivos; Biblia Católica (Latinoamericana) Haga Yavé que se cumplan tus palabras y que devuelvan todos los objetos de la Casa de Yavé y a todos los cautivos. La Biblia Textual 3a Edicion Dijo pues el profeta Jeremías: ¡Amén, así lo haga YHVH! ¡Cumpla YHVH tu profecía haciendo que los utensilios de la Casa de YHVH y todos los cautivos vuelvan de Babilonia a este lugar! Biblia Serafín de Ausejo 1975 dijo así el profeta Jeremías: '¡Así sea! ¡Que Yahveh lo haga así! ¡Que cumpla Yahveh las palabras que has profetizado, haciendo que vuelvan de Babilonia a este lugar los objetos del templo de Yahveh y todos los deportados! Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el profeta Jeremías dijo: Amén, así lo haga Jehová. Confirme Jehová tus palabras, con las cuales profetizaste que los vasos de la casa de Jehová, y todos los trasportados, han de ser devueltos de Babilonia a este lugar. |
Benaías respondió: —¡Así se hará! Y espero que el Dios de mi rey así lo apruebe.
¡Bendito sea ahora y siempre el Dios de Israel! ¡Que diga el pueblo de Dios: «Así sea»! ¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Bendito sea ahora y siempre el Dios de Israel! ¡Que diga el pueblo de Dios: «Así sea»! ¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Bendito seas por siempre! ¡Que tu grandeza llene toda la tierra! ¡Que así sea!
Entonces yo cumpliría el juramento que les hice a sus antepasados: les daría un país muy fértil, donde siempre habría abundancia de alimentos. ¡Y ese es el país que hoy tienen ustedes!» Yo respondí: «Que así sea, Dios mío».
»Dios mío, yo no te pedí que castigues a tu pueblo; al contrario, lo cuidé como un pastor a sus ovejas.
¡Han cavado un pozo para hacerme caer en él! ¡No es justo que así me paguen todo el bien que les he hecho! ¡Recuerda que vine a pedirte que no los castigues! ¡Quítales la vida a sus hijos! ¡Haz que se mueran de hambre, o que los maten en la guerra! ¡Que los hombres mueran asesinados! ¡Que las mujeres se queden viudas y sin hijos que las ayuden! ¡Que los jóvenes mueran en la guerra! ¡Que se oigan sus gritos de angustia cuando envíes contra ellos un ejército poderoso!
«Heldai, Tobías y Jedaías fueron llevados como esclavos a Babilonia, pero ya han regresado. Ve a verlos y pídeles que te den oro y plata. Con ese oro y esa plata irás a ver ese mismo día a Josías hijo de Sofonías para que te haga una corona. Esa corona se la pondrás a Josué hijo de Josadac, que es el jefe de los sacerdotes. Al ponérsela,
Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»
Y cuando vengan las pruebas, no permitas que ellas nos aparten de ti, y líbranos del poder del diablo.”
Porque si tú das gracias a Dios con tu espíritu, y te escucha algún extraño, no podrá unirse a tu oración si no entiende lo que dices. Y no podrá hacerlo, porque no habrá comprendido nada.
Y todas las promesas que Dios ha hecho se cumplen por medio de Jesucristo. Por eso, cuando alabamos a Dios por medio de Jesucristo, decimos «Amén».
y estoy vivo. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre, y tengo poder sobre la muerte.
Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se inclinaron hasta tocar el suelo, diciendo: «¡Así sea! ¡Que todos alaben a Dios!» Y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono.
»Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: “¡Yo soy el Amén! Y me llamo así porque enseño la verdad acerca de Dios y nunca miento. Por medio de mí, Dios creó todas las cosas. Escucha bien lo que te voy a decir:
Los cuatro seres vivientes decían: «¡Así sea!», y los veinticuatro ancianos se arrodillaron y adoraron al que está sentado en el trono, y al Cordero.