El anciano le dijo: —Yo también soy profeta, y un ángel me dio este mensaje de parte de Dios: “Lleva al profeta de Judá a tu casa para que coma pan y beba agua”. El profeta de Judá no sabía que el anciano mentía,
Jeremías 28:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Y dijo delante de todos: —Esto es lo que Dios ha declarado: “Dentro de dos años haré pedazos el poder del rey de Babilonia, y no volverá a dominar a las naciones”. Yo me retiré de allí, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así ha dicho Jehová: De esta manera romperé el yugo de Nabucodonosor rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones, dentro de dos años. Y siguió Jeremías su camino. Biblia Nueva Traducción Viviente Y Hananías dijo nuevamente a la multitud que se había reunido: «Esto dice el Señor: “Así como este yugo ha sido roto, dentro de dos años romperé el yugo de opresión de todas las naciones ahora sometidas al rey Nabucodonosor de Babilonia”». Después de eso, Jeremías se fue de la zona del templo. Biblia Católica (Latinoamericana) luego dijo a la gente: 'Esto les dice Yavé: Dentro de dos años romperé el yugo que Nabucodonosor impuso a todos los países. Y el profeta Jeremías se marchó. La Biblia Textual 3a Edicion Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así dice YHVH: Así dentro de dos años romperé el yugo de Nabucodonosor rey de Babilonia, que llevan al cuello tantas naciones, antes de dos años. Y el profeta Jeremías se fue por su camino. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y Jananías habló en estos términos en presencia de todo el pueblo: 'Así dice Yahveh: dentro de dos años romperé de la misma manera el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, de encima del cuello de todas las naciones'. El profeta Jeremías se fue por su camino. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habló Hananías en presencia de todo el pueblo, diciendo: Así dice Jehová: De esta manera quebraré el yugo de Nabucodonosor rey de Babilonia, del cuello de todas las naciones, dentro de dos años. Y el profeta Jeremías se fue por su camino. |
El anciano le dijo: —Yo también soy profeta, y un ángel me dio este mensaje de parte de Dios: “Lleva al profeta de Judá a tu casa para que coma pan y beba agua”. El profeta de Judá no sabía que el anciano mentía,
Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, que eran alrededor de cuatrocientos, y les preguntó: —¿Debo atacar a Ramot de Galaad para recuperarla? Los profetas contestaron: —Atácala. Porque Dios te la va a entregar.
Sedequías hijo de Quenaaná, se había hecho unos cuernos de hierro, y con ellos en la mano gritaba: «Dios ha dicho que con estos cuernos Ahab atacará a los sirios hasta destruirlos».
Dios me contestó: «Esos profetas que dicen hablar de mi parte, son unos mentirosos. Yo no los he enviado, ni les he dado ninguna orden. Es más, ni siquiera he hablado con ellos. Sus mensajes son una mentira, ¡un invento de su propia imaginación! Dicen también que no habrá guerra ni hambre en este país; pero yo les digo que morirán de hambre o los matarán en la guerra. No solo ellos morirán, sino también sus esposas, sus hijos y sus hijas. Sus cadáveres serán arrojados a las calles de Jerusalén, y no habrá nadie que los entierre. ¡Así les haré pagar su maldad!
Aseguran que yo dije que a los malvados siempre les irá bien; que a los que me desprecian nada malo les pasará.
Entonces yo le dije a Hananías: —Ahora escúchame tú, señor profeta. Tú estás haciendo que este pueblo crea en una mentira, pues Dios nunca te envió a hablarles.