Sedequías hijo de Quenaaná, se había hecho unos cuernos de hierro y gritaba: «Dios ha dicho que con estos cuernos Ahab atacará a los sirios hasta destruirlos».
Jeremías 28:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual Entonces el profeta Hananías tomó el yugo que llevaba yo en el cuello, el cual representaba el poder de Babilonia, y lo hizo pedazos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías, y lo quebró. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello de Jeremías y lo hizo pedazos. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el profeta Ananías tomó el yugo que el profeta Jeremías llevaba sobre el cuello y lo rompió;' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el profeta Hananías quitó el yugo de la cerviz del profeta Jeremías, y lo rompió. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El profeta Jananías tomó entonces el yugo de encima del cuello del profeta Jeremías, lo rompió Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías y lo quebró. |
Sedequías hijo de Quenaaná, se había hecho unos cuernos de hierro y gritaba: «Dios ha dicho que con estos cuernos Ahab atacará a los sirios hasta destruirlos».
Dios me dijo: «Jeremías, quiero que fabriques un yugo de madera y que le pongas unas correas para atarlo a tu cuello.
—El Dios todopoderoso afirma: “Voy a quitarle todo su poder al rey de Babilonia, porque sacó de mi templo todos los objetos de valor, y se los llevó a su país. Pero dentro de dos años los traeré de vuelta a Jerusalén.
También traeré de vuelta a Joaquín hijo de Joacín, que era rey de Judá, y a todos los habitantes de Judá que fueron llevados como esclavos a Babilonia. Yo soy el Dios de Israel, y les juro que voy a acabar con el poder del rey de Babilonia”.
Dígame usted dónde están sus profetas, esos que decían que el rey de Babilonia nunca atacaría este país.
”Egipto es un país poderoso, y eso lo llena de orgullo; pero, cuando yo lo destruya, todo el país quedará a oscuras; se nublará la ciudad de Tafnes, y sus mujeres serán capturadas.
»Pero ustedes hablan mal de mí, y todavía preguntan: “¿Y qué de malo hemos dicho?”