Será como un jarro que se rompe por completo. Tan pequeños son los pedazos que no sirven para nada; ¡ni para remover el fuego ni para sacar agua de un pozo!”
Jeremías 19:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual »Tan pronto anuncies este mensaje, dirígete a los jefes y a los sacerdotes, y rompe en mil pedazos la vasija de barro. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces quebrarás la vasija ante los ojos de los varones que van contigo, Biblia Nueva Traducción Viviente »Jeremías, rompe en pedazos a la vista de estos hombres la vasija que trajiste. Biblia Católica (Latinoamericana) Después de decirles todo esto, harás pedazos este jarro en presencia de los que te hayan acompañado, La Biblia Textual 3a Edicion Luego quebrarás la vasija ante los ojos de los hombres que vayan contigo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Luego romperás el botijo a la vista de los hombres que fueron contigo Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y quebrarás la vasija a la vista de los varones que van contigo, |
Será como un jarro que se rompe por completo. Tan pequeños son los pedazos que no sirven para nada; ¡ni para remover el fuego ni para sacar agua de un pozo!”
Dios me dijo: «Jeremías, compra en el taller del alfarero una vasija de barro, y ve al valle de Ben-hinom, que está a la entrada del portón oriental. Haz que te acompañen algunos jefes del pueblo y los sacerdotes más importantes. Cuando llegues allá, diles a los reyes de Judá y a los habitantes de Jerusalén que presten atención a mis palabras. Este es el mensaje que les darás de mi parte: “Ustedes son mi pueblo, pero me abandonaron. Para colmo, me ofendieron al adorar en este valle a otros dioses. Esos dioses nunca se preocuparon por ustedes, ni por sus padres, ni por los reyes de Judá. Por eso yo, el todopoderoso Dios de Israel, voy a mandarles un desastre tan terrible, que quienes lo sepan temblarán de miedo. ”En este mismo valle ustedes han matado a mucha gente inocente.
»Pero ya se acerca el día en que lo atacará el enemigo y se lo llevará prisionero. Les juro que así será.
En todas las casas de Moab se oyen gritos de dolor; por todas sus calles se oye llorar a la gente, porque hice pedazos a Moab como si fuera un frasco inútil.
Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. La mujer se acercó a Jesús y derramó el perfume sobre su cabeza.