Yahveh habló otra vez a Ajaz en estos términos: 'Pide una señal para ti de parte de Yahveh, tu Dios, en lo más profundo del seol o en lo más alto del cielo'.
Ahaz hijo de Jotam comenzó a reinar en Judá a los dieciséis años, cuando Pécah ya tenía diecisiete años de gobernar en Israel. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró dieciséis años. Tampoco siguió el ejemplo de su antepasado David, sino que desobedeció a Dios,
”¡Para mí, esas ofrendas no tienen ningún valor! ¡Ya no quiero que las traigan! Y no me ofrezcan incienso porque ya no lo soporto. Tampoco soporto sus fiestas de sábado y luna nueva, ni reuniones de gente malvada. Me resultan tan molestas que ya no las aguanto.
»Han sido tan rebeldes, y los he castigado tanto, que ya no les queda un lugar sano. De pies a cabeza están cubiertos de heridas. Nadie se las ha curado ni vendado, ni les ha calmado los dolores con aceite. ¡Se han quedado sin fuerzas!
¡Y todavía sigue pecando! A sus artesanos les piden que hagan toros de plata, y ellos los fabrican a su gusto. ¡Besan a esos dioses falsos y les presentan ofrendas!